Es evidente que el sentido más importante para los perros no es la vista sino el olfato. Ellos huelen el mundo y se apoyan en su imponente capacidad olfativa para reconocer y conocer lo que les rodea. Seguramente por eso, los canes que se quedan ciegos suelen aprender con rapidez a moverse por entornos familiares sin tropezarse.
Eso es evidente, sí, pero el caso de Dave, el Border Collie que protagoniza esta historia, tiene perplejos a los veterinarios: este can no es que no se tropiece en su propia casa, él se mueve por el mundo con total soltura, esquivando charcos y cualquier obstáculo que aparezca en su camino, como si pudiera ver perfectamente... estando totalmente ciego.
Dicen que lo de Dave es un "misterio médico": este Border Collie tiene entre cinco y siete años y lo más seguro es que sea ciego de nacimiento pero se comporta como si pudiera ver perfectamente. Tanto es así que fue adoptado y en la protectora no se dieron cuenta que no podía ver. Ni siquiera se dio cuenta su humana, ¡tardó 9 meses en descubrir que el can tenía problemas de visión!
El veterinario oftalmólogo que ha estudiado el caso de Dave, un gran experto en esta materia, se muestra absolutamente perplejo por la habilidad del can: han hecho todo tipo de tests, le han hecho enfrentarse a diferentes recorridos con obstáculos y el can siempre sale airoso, se mueve como si pudiera ver.
Y eso que físicamente está claro que no puede ver, su nervio óptico no está desarrollado por lo que no puede enviar información a su cerebro.
A Dave todo este revuelo parece darle igual, él está encantado con su nueva familia y feliz de olfatear por el mundo en su compañía.
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