A Mohammad Alaa Aljaleel le llaman "el hombre de los gatos de Aleppo", es un hombre bueno que con su trabajo oficial -paramédico y conductor de ambulancia- ayudó a muchos de los heridos por la guerra que machaca Siria cada día, la guerra que se ha cebado con su ciudad, Aleppo, porque es una pieza clave en este conflicto que ya dura casi seis años. Hasta que las bombas también acabaron con su ambulancia, con su casa y con el santuario que había creado. Porque en su tiempo libre Alaa, como le llaman, cuidaba de los animales que otros habían abandonado, los que dejaron atrás al escapar de una ciudad asediada: más de 200 gatos y varios perros.
Como un sueño imposible hecho realidad, lo que Alaa había conseguido en plena guerra de Siria, en una ciudad asediada y devastada, es increíble, pero cierto.
De ahí que las noticias sobre la destrucción de su santuario y la muerte de muchos animales fueran especialmente tristes, porque su presencia daba esperanza a muchos, hablaba de un futuro posible y mejor.
Alaa también tuvo que dejar Aleppo, como tantos otros evacuados de una cuidad en ruinas. Se fue a Turquía pero su marcha ha sido temporal: hace unos meses volvió a Aleppo y allí está reconstruyendo su santuario, con ayuda de las donaciones de gente de medio mundo.
En esta página de facebook comparten todas las novedades... Como por ejemplo que ahora Alaa acaba de rescatar a una perra recién parida y a sus 15 cachorrotes. Como bien dicen en The Dodo, ese can no sabe, nunca sabrá, la suerte que ha tenido de toparse con un hombre bueno... con este hombre.
Están construyendo un área para los canes dentro del santuario gatuno pero hasta que esté listo ese espacio Alaa les lleva comida todos los días y los cachorros y su madre le reciben a la carrera. Y en el mes que ha pasado desde que los encontrara, han ido creciendo y engordando como perros felices.