Más de medio millón de firmas en 100 horas.La petición internacional que exigía al Museo Guggenheim de Nueva York que retirara varias "obras de arte"por considerarlas maltrato animal ha surtido efecto. Sería bastante útil que lo sucedido diera pie a un debate sosegado al respecto porque el Guggenheim ha dejado claro que retirarán las polémicas piezas muy a su pesar para evitar posibles represalias o actos violentos.
El lunes a última hora, el Museo Guggenheim emitió un comunicado en el que dejaba claro su pesar ante lo sucedido. Es decir, su pesar ante las protestas y críticas: las polémicas imágenes de los perros enfrentados serán retiradas, sí, pero no porque hayan cambiado de opinión sobre su esencia sino para evitar males mayores a los humanos...
"Por su preocupación por la seguridad de su personal, visitantes y artistas participantes, el Museo Solomon R. Guggenheim ha decidido no mostrar las obras de arte "Dogs That Cannot Touch Each Other " (2003), "Theater of the World " (1993) y "A Case Study of Transference" (1994) en su próxima exposición Art and China after 1989: Theater of the World.
Aunque estos trabajos han sido expuestos en museos de Asia, Europa y Estados Unidos, el Guggenheim lamenta que las amenazas explícitas y reiteradas de violencia hayan hecho necesaria nuestra decisión. Como una institución artística comprometida a presentar una multiplicidad de voces, estamos consternados al vernos obligados a no mostrar las obras de arte. La libertad de expresión siempre ha sido y seguirá siendo un valor primordial del Guggenheim."
Os recordamos que se refieren a este vídeo, entre otras piezas. Estas son las imágenes de la instalación creada por Peng Yu y Sun Yuan, una pareja de artistas que niegan que "Perros que no pueden tocarse" sea maltrato animal. Según recoge The New York Times, los perros pasaron una revisión veterinaria antes y después de formar parte de esta "instalación artística".
¿Hasta dónde llega la libertad de expresión?Ese es el principal argumento del museo para incluir esas piezas en la exposición pero hablar de libertad de expresión y de arte para referirse a una instalación que causa miedo y ansiedad a animales de carne y hueso, una instalación que maltrata a perros reales,no a unos perros imaginados por algún artista tratando de transmitir algún mensaje chocante, es verdaderamente preocupante.
Lógicamente, la fotógrafa Sophie Gammand, activista a favor de los pit bulls, defensora de los animales e impulsora de la petición al Guggenheim también ha celebrado la decisión del museo.