Jack y Mike, su humano, llevaban casi cuatro años sin verse: por lo visto Jack un día se quitó su collar de alguna manera y escapó, en Ontario, en una zona donde hay muchos lobos. Alguien lo debió de encontrar y se lo llevó, sin buscar a su familia. Y entonces, hace unos días y gracias a que Jack tenía microchip, Mike recibió la llamada más importante de su vida: su can, a quien había buscado durante años, había aparecido en una protectora de otra ciudad, en Winnipeg.
Mike se metió en el coche y condujo durante horas hasta llegar a Winnipeg, a la protectora. Y allí, en cuanto vio a Jack, dice, sintió que su vida, por fin, volvía a la normalidad. Porque su vida sin Jack nunca volvió a ser igual.
"Nunca, NUNCA pierdas la esperanza... yo no lo hice y tras cuatro años separados, en diferentes ciudades, ahora volvemos a estar juntos"
No hay ninguna duda de que Jack -su hermano, como Mike le llama- está igual de contento de volver a estar junto a su humano.
Vía Mashable
