La policía de Essex, en el Reino Unido, lleva un verano de lo más perruna. El vídeo que han compartido en el que Lola, una Carlino que había sido robada, corre a los brazos de su dueña se ha hecho viral y este domingo participan en el Essex Dog Day, para mostrar al público el trabajo de los canes que acompañan a la policía. Y por si eso fuera poco, en su unidad canina hay ahora ocho cachorrotes que algún día serán perros policía y unas semanas atrás, también hicieron posible otro gran y feliz reencuentro entre un perro que había sido robado y su familia. Olé por ellos.
Imposible no sonreír ante la felicidad tan evidente en este vídeo.
Según explican en un comunicado, la policía encontró a Lola mientras investigaban una serie de robos en la zona de Harlow.
El momento del reencuentro con su dueña se ha visto ya más de 1 millón de veces. Si ha logrado colocar otras tantas sonrisas en todas esas caras, seguro que Lola y su humana, Kate Witham, estarán aún más contentas.
Inicialmente arrestaron a dos hombres y también a una mujer, esta última acusada del robo de la perra pero finalmente y debido a la falta de pruebas (?¿?), fue puesta en libertad.
Hmm, a veces la justicia es del todo inescrutable para los ciudadanos de a pie, no sé qué más prueba necesitan además de, ejem, el cuerpo del delito: la presencia de la propia perra en una casa que no era la suya y donde no había llegado por casualidad.
En cualquier caso, ¡vivan los reencuentros felices! Porque... el de Lola no ha sido el único de este verano :-)
He seguido mirando en el facebook de la policía de Essex -deformación profesional- y me he encontrado con otra gran historia que merece la pena compartir, la de Monty y sus humanos, que llevaban meses buscándole desesperadamente.
Cinco meses después de ser robado, este Bull Terrier miniatura por fin ha podido volver a casa.
Obviamente es parte de la familia pero es que, además, el can salvó la vida de su dueño:Monty -que no tiene ningún tipo de entrenamiento al respecto- fue quien detectó el cáncer de garganta de Martin Kelly.
Según explica, el can empezó a chuparle la garganta insistentemente y por eso, cuando Martin fue al médico por otra razón, se lo comentó. Había notado un pequeño bultito donde el perro le chupaba y pensó que quizá le había causado alguna infección... todo lo contrario, Monty había detectado un cáncer de garganta y gracias a ello, Martin pudo ser tratado a tiempo y se ha recuperado.