Kim Cooling y el equipo de Animal SOS Sri Lanka se ocupan de más de 1300 perros y gatos callejeros en Sri Lanka, animales a los que ellos han rescatado y a los que ofrecen una nueva oportunidad en un santuario muy especial, un lugar donde los animales están libres y reciben los cuidados que necesitan. Allí no solo tratan con mimo a los canes y mininos, también ponen en marcha programas educativos para concienciar, fomentar la adopción y cambiar el mundo para muchos otros perros y gatos.
Desde hace algo más de 10 años, en el santuario de Animal SOS Sri Lanka acogen a perros y gatos de la calle que están enfermos o son vulnerables, a los discapacitados... Ellos se ocupan de esos animales que nadie quiere, que otros han maltratado o abandonado.
Tienen una clínica veterinaria y llevan a cabo programas semanales de esterilización / vacunación contra la rabia en la zona, una labor tan indispensable como titánica.
Hay perros que llegan sin poder andar y que gracias a las terapias que reciben recuperan la movilidad. Otros, los que no pueden volver a andar, consiguen una silla de ruedas con la que poder moverse como nunca antes.
Es una pasada ver a toda esta gente buena en acción. Es impresionante ver el efecto sobre los animales: hay que ver qué cantidad de rabillos felices en movimiento.