Gold no es un Pit Bull y Gold no es agresivo pero este can se había escapado de casa y el aviso que le llegó a la policía de Texarcana fue ese, que había un perro agresivo suelto. La historia podría haberse convertido en un drama con cierta facilidad pero por fortuna el agente que acudió a investigar el aviso gestionó la situación de la mejor manera posible.
El agente Frost se desplazó hasta la zona y al ver a un perro grandote él salió del coche patrulla, dejando la puerta abierta por si el can le atacaba.
Silbó y llamó al can y Gold, como después descubrieron que se llamaba, se acercó moviendo el rabillo. ¿Agresivo? Pues más bien no, el perro por lo visto no lo dudó, se subió al coche y allí se acomodó.
Total, que el agente Frost y Gold estuvieron un rato haciéndose selfies y viendo la vida pasar hasta que llegaron los responsables del Centro de Control Animal de la localidad y se llevaron al bonachón del perro.
Y la buena noticia es que aunque los datos en el chip de Gold no estaban actualizados lograron dar con su familia con cierta rapidez. Al día siguiente fueron a buscar a su can que ya está de vuelta en casa.
Es un American Bully (no un Pit Bull) de lo más amistoso y la policía ha aprovechado el incidente para recordar que no hay que juzgar a los perros por su aspecto sino por su comportamiento... Obviamente hay que tener cuidado con cualquier can desconocido pero el hecho de que sea un Pit Bull -o un American Bully, en este caso- no significa que sea agresivo.