Río, así se llamaba el pequeño perro de la nadadora Sharon van Rouwendaal. El can, cuyo nombre también estaba dedicado a una victoria olímpica de la holandesa, murió con solo 7 años, tras una operación el pasado, mes de mayo.
No pudo estar con su humana durante los juegos de París pero Río se ha quedado en el corazón de van Rouwendaal, donde siempre vivirá, como viven todos los perros queridos. También en su piel porque ella se ha tatudado su pata en la muñeca.
Van Rouwendaal, que quedó absolutamente devastada tras su muerte, decidió que tenía que volver a entrenar para nadar en unos juegos olímpicos solo para él, por él.
Y así ha sido, no solo nadó sino que ganó en la prueba de 10 kilómetros femeninos. Segundos después de esa impresionante victoria... rompe a llorar y señala al tatuaje de la pata de su querido Río.
"Él lo era todo para mí", explica la nadadora tras alzarse con el oro olímpico. "Mi mundo se paró cuando él murió. No quería ni nadar durante varias semanas (...) entonces mi padre dijo, tienes que hacerlo por él". Y vaya si lo ha hecho.
Qué momento tan tierno, tan único y tan bonito. ¡¡Si hasta la propia periodista que está entrevistando a la nadadora termina abrazándola!!
Enhorabuena por esa victoria y por mostrar así lo que pueden llegar a representar los perros en la vida de las personas...
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