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El cuidado cooperativo en perros: la inmersión VOLUNTARIA de la cabeza en agua es extremadamente eficaz ante un golpe de calor

El cuidado cooperativo en perros: la inmersión VOLUNTARIA de la cabeza en agua es extremadamente eficaz ante un golpe de calor

Última actualización del articulo el día 22/09/2024

De un tiempo a esta parte diversos estudios han confirmado que ante un golpe de calor en perros es imprescindible enfriar primero y transportar (al veterinario) después.

Es un cambio de paradigma importante: se ha demostrado queasí se reduce la mortalidad en las lesiones agudas por calor.

Ahora un nuevo estudio ofrece otra clave más, un método aún más eficaz que solo es viable para perros que han sido entrenados previamente pero, aún así, reafirma igualmente la importancia de lograr rebajar la temperatura del can cuanto antes.

La inmersión VOLUNTARIA -lo ponemos en mayúsculas para que nadie lo pase por alto-de la cabeza en agua previene el aumento de la temperatura corporal y la reduce rápidamente en los primeros 5 minutos.

A través del refuerzo positivo se puede enseñar a los perros a dar su consentimiento a diversos tratamientos veterinarios, el cuidado cooperativo, como también explican en el vídeo de la American Veterinary Medical Association, AVMA, es extremadamente útil tanto para los tutores de canes como para los veterinarios.

En este sentido, enseñar a los perros a introducir su morro o toda la cabeza dentro de un recipiente con agua -en el vídeo podréis ver el proceso gradual a través del que sería posible lograrlo- es útil para expulsar cuerpos extraños de su nariz, para limpiar sus ojos y, sobre todo, para reducir drásticamente la temperatura corporal.

 

“Durante el estrés térmico, aumenta el flujo sanguíneo a la cabeza, la nariz, la lengua y las orejas”, explica Cynthia M. Otto, la autora principal del estudio y directora ejecutiva del Penn Vet Working Dog Center (PVWDC). “Enfriar los tejidos de la cabeza permite enfriar rápidamente todo el cuerpo con cantidades limitadas de agua”.

Pero, reiteran y reiteramos, se trata de un método voluntario, no se debe NUNCA obligar a un perro a introducir su cabeza o su morro en el agua.

 

En este estudio de Penn Vet Working Dog Center en la Universidad de Pensilvania, 12 perros de trabajo se ejercitaron durante 10 minutos hasta que la temperatura corporal central alcanzó los 40,6 °C o más o se observaron ≥ 2 signos de estrés por calor.

Se utilizaron cuatro protocolos de enfriamiento diferentes: bolsas de hielo químico en el cuello, una toalla húmeda en el cuello, toallas húmedas en las axilas y la inmersión voluntaria de la cabeza en agua (en todos los casos el agua estaba a 22 °C).

Después de la intervención, los perros descansaron y fueron monitoreados durante 40 minutos.

Los investigadores comprobaron que si bien todos los métodos dieron como resultado el retorno a la temperatura basal, el protocolo de inmersión, que incluía una ingesta limitada de agua, produjo la temperatura central media más baja en los primeros 5 minutos después del ejercicio y fue el único protocolo que evitó el aumento inicial de la temperatura posterior al ejercicio.

 

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