¡Qué historia tan maravillosa! Parece un cuento navideño pero es real: Kimiko Uchii y Tamano Hayashi son dos amigas japonesas que el pasado mes de mayo hicieron el Camino de Santiago. Durante su viaje, un perro se unió a ellas.
Es algo que sucede con cierta frecuencia en el Camino pero en esta ocasión, el destino de este can ha cambiado para siempre: sabiendo que el can no tenía hogar, ellas han decidido volver para adoptarlo, sabiendo que durante todos estos meses el can si estaba siendo cuidado por los voluntarios de APACA.
10.000 kilómetros para adoptar al perro del que se enamoraron durante el Camino. Ese es el extraordinario nuevo viaje que ahora emprende en sentido contrario Michi, el perro gallego que está empezando a aprender japonés. Y es que Michi, justamente, es Camino en Japonés. El 29 de diciembre partió para su nuevo hogar.
“Esta historia encarna los valores reales del Camino de Santiago. Sabemos que Michi va a estar en muy buenas manos y es la experiencia de adopción más importante que hemos vivido”, explicó Raquel Freiría, la portavoz de la protectora que ha gestionado esta maravilla de adopción, APACA.
“Somos felices en Japón y vamos a intentar hacerle muy feliz allí”. Seguro que así será.
Es en APACA donde han cuidado durante todos estos meses de Michi, como cuidan de todos los animales perdidos o abandonados a lo largo del Camino. Todos podemos echarles una pata para que sucedan nuevas historias felices: con solo un euro al mes, a través de su teaming o apadrinando a alguno de los canes que tienen en acogida...
También comparten información útil para que los Peregrinos sepan qué hacer si se topan con un animal perdido o abandonado.
