La Guardia Civil pilló infraganti a un hombre que acababa de matar a golpetazos a dos cachorros y así lograron salvar a un tercer can.
Ha sucedido a primeros de mayo a las afueras de Valle de Tobalina (Burgos) con la autorización previa del dueño de los perros, también investigado por permitir el maltrato.
Para que pueda sobrevivir, el cachorro rescatado ha sido devuelto a su madre que, por desgracia o más bien porque el juzgado no ha ordenado el decomiso, sigue a cargo de ese mismo individuo investigado por pretender deshacerse de esa camada indeseada.
La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 61 años (E.G.M.) e investiga a otro, de 52 años (M.R.V), como presuntos autores en distinto grado de autoría de un delito de maltrato animal después de que el primero apalease hasta la muerte a dos cachorros de setter inglés.
Los hechos ocurrieron en una localidad del Valle de Tobalina (Burgos), cuando una patrulla observó cómo, en un camino situado a las afueras del núcleo urbano, un vecino golpeaba con un palo de gran calibre un bulto que portaba en la mano, lo ocultaba de la vista de los agentes y disimuladamente se deshacía de él.
Al acercarse para investigar, los agentes comprobaron que en el interior de ese saco asomaba un cachorro de perro de apenas unos días de vida: evidentemente el hombre estaba tratando de matarlo.
Tras realizar una inspección ocular al entorno, descubrieron dos cadáveres ocultos entre la maleza cercana al punto donde habían localizado al hombre.
Los guardias civiles evitaron la muerte del tercer cachorro y tras indagar sobre el origen de los canes hallaron a su propietario que confirmó que una perra suya había tenido recientemente una camada: como quería desprenderse de los cachorros, autorizó a E.G.M. a que los matara.
Para garantizar el bienestar del cachorro rescatado por los agentes y también el de la madre, el can ha sido reintegrado junto a la perra para que lo pueda alimentar y cuidar de manera natural. El problema es que la perra sigue a cargo del mismo hombre que pretendía deshacerse de esa camada de cachorros, el mismo que permitió que mataran a dos de ellos a golpetazos.
Es decir, no se ha procedido al decomiso de la perra, algo que debería decidir un juzgado, no es competencia de la Guardia Civil.Lo que sí está garantizando el SEPRONA es que el cachorro está a salvo puesto que están realizando un seguimiento constante, con visitas reiteradas a lo largo de la semana, para verificar la evolución del can, según nos confirman.
Lo de matar a las camadas indeseadas así, a golpes o ahogándolas tirándolas a algún río dentro de un saco es un clásico en demasiadas zonas de España, algo que debería formar parte del pasado pero que -a la vista está- sigue sucediendo.
Otra razón más por la que es un despropósito que los perros de caza y trabajo queden fuera de la Ley de Bienestar Animal dado que uno de los puntos fuertes de esta normativa es que busca controlar y evitar la cría indiscriminada, la que se traduce en una superpoblación de animales que acaban siendo abandonados o, peor, matados.
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