Lo normal no es relacionar a los perros con la tristeza o la depresión sino todo lo contrario, son ellos los que con mucha frecuencia y total naturalidad logran que los humanos olviden sus penas.
Pero la expresión de "el perro negro de la depresión"es constante en el mundo anglosajón desde hace muchos años: la mayoría cree que quien acuñó esa frase fue Winston Churchill pero la realidad es que es aún más antiguo y ni siquiera está claro que tenga un solo autor.
Samuel Johnson, responsable de crear el primer diccionario, la utilizó casi dos siglos antes que Churchill pero tampoco él fue el primero en asociar esta enfermedad con los perros.
Aquí os dejamos varios cortometrajes animados que ilustran ambas opciones, el perro como metáfora de la depresión y el can como catalizador para volver a encontrar la felicidad.
En 2012, en colaboración con la OMS y conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental, el escritor e ilustrador Mateo Johnstone creó esta la historia de superación, "El perro negro de la depresión".
Este otro cortometraje sobre los "efectos secundarios" también utiliza el negro como metáfora de la tristeza y la angustia pero aquí el perro... el perro es en esencia el antídoto perfecto contra todas las penas que se acumulan en las personas a lo largo de cada día.
Y otra versión distinta, creada por una marca de alimentos para perros en Brasil: "Para mostrar que un perro es la mejor opción a la hora de devolver la alegría, el amor, la esperanza o incluso la voluntad de vivir a una persona que desistió de todo esto por alguna razón, Pedigree eligió contar esta historia para así incentivar la adopción".