Buenas noticias, ¡lo ha conseguido! Gus Kenworthy, el joven medallista olímpico, había dicho que quería rescatar a la familia de canes callejeros con la que se topó en Sochi y, lo ha logrado.
Después de dormir plácidamente con una de las cachorritas, a la que ha llamado Rosa, Kenworthy emprendió el camino de regreso a casa; no lo ha hecho sólo.
Lo ha dejado todo organizado para que los cuatro cachorros y su madre, la familia con la que se topó en los alrededores del estadio de Sochi, puedan viajar a EEUU y encontrar allí un hogar. Uno o dos se quedarán con él y los demás con amigos y familiares en Colorado.
Y no es el único: diversos atletas se han decidido a adoptar; se suceden las historias en los medios ahora que los deportistas están regresando a casa. Esta, por ejemplo, es Lindsey Jacobelis y el cachorrillo al que ha rescatado en Sochi.
También han estado en Sochi los miembros de una fundación que se llama Athletes for Animals que fomenta las adopciones y la tenencia responsable de animales. Y ellos también regresan con canes a EEUU.
Evidentemente la buena voluntad de toda esta gente, no sólo los atletas sino también los voluntarios rusos que se han desvivido desde mucho antes de que comenzaran los Juegos Olímpicos, no es suficiente para ayudar a todos los canes. Pero unos y otros han logrado dar muchísima más visibilidad al problema de los perros de la calle, ese 'problema' que las autoridades rusas han tratado de solucionar a través de la eutanasia masiva de los perros.
Desde EEUU se anima a ayudar de diversas maneras, adoptando por supuesto pero también a través de donaciones. Hay incontables organizaciones que siguen luchando por salvar a los perros de Sochi.Y, claro, sin ninguna duda también se puede ayudar adoptando a cualquier perro en cualquier protectora, la que tengas más cerca de casa; todo suma.