Desde su fundación en 1996, la National Disaster Search Dog Foundation (SDF)se dedica a entrenar a perros de búsqueda, a canes que deberán localizar a personas que han quedado sepultadas tras algún desastre.
La peculiaridad de esta organización sin ánimo de lucro es que ellos solamente trabajan con perros que han rescatado en alguna protectora o perrera. Y, según explican, se ocupan de que una vez rescatados, esos canes tengan una buena vida, también cuando se jubilan.
Muchas veces resulta que los perros presuntamente problemáticos, esos que son abandonados o devueltos a la protectora como casos imposibles, porque destrozan cosas y no hacen caso, son canes que justamente necesitan más estimulación mental y que son perfectos candidatos para convertirse en excelentes perros detectores o en perros de búsqueda y rescate porque disfrutan teniendo una labor concreta, trabajando cada día junto a humanos que entienden sus necesidades y les enseñan (en positivo).
Este anuncio de la National Disaster Search Dog Foundation es conmovedor y precioso. Y hay un detalle que hace que sea aún más certero... el karma es lo que tiene.
Si los perros guardaran rencor a los humanos, si los perros fueran como los humanos, el mundo sería mucho más egoísta y triste.
Ellos olvidan golpes y malos modos, olvidan que algún humano no quiso ayudarles o que incluso les maltrató y se centran en el futuro, en vivir y en disfrutar.
A muchos, como el prota de este vídeo, les apasiona hacer felices a sus humanos, trabajar con ellos como si eso fuera el mejor juego del mundo. ¡Cuánto debemos a los perros, a todos los perros!
Y anda que no mejoraría nuestro mundo si todos fuéramos un poco más perros o aprendiéramos de los perros, ¿verdad?