El Centro de Sanidad y Bienestar Animal (SBA) de Sadeco, en Córdoba, acoge a una media de 2500 perros y gatos anualmente, un 60% de los que entran no están identificados.
Las adopciones de particulares han aumentado en 2023 (6.84%) pero globalmente ha habido un descenso del 4,16% porque las protectoras, que normalmente también se hacen cargo de un buen número de animales, están ahora desbordadas y no pueden acoger a tantos.
En cualquier caso, lo que queda claro es que la transformación que se ha vivido en este centro es radical: lo que años atrás fue una perrera municipal saturada, donde los sacrificios de animales eran constantes porque no había espacio para tanto perro y gato abandonado, donde ni siquiera había tratamientos preventivos, es ahora un lugar muy diferente donde cada día cuidan de sus inquilinos y apuestan por el sacrificio cero, donde se trabaja desde diferentes ámbitos para concienciar y educar, para lograr reducir los abandonos y, sobre todo, fomentar las adopciones responsables.
No es fácil, están al límite, según nos han contado tanto Elena Jiménez Ruiz, técnico veterinario, como Verónica López Solano, responsable de la unidad de comunicación, pero hacen malabares para lograr que el número de animales que entran no sea superior al de los que salen adoptados.
Y se desviven para que su mensaje a favor de la adopción responsable y contra el maltrato o el abandono llegue cada vez más lejos: por eso reciben visitas de colegios y otros colectivos a diarioy al mismo tiempo acuden también a ofrecer charlas en otros centros educativos.
Hay motivos para sentir una cierta esperanza porque, como nos explica Verónica, en las charlas a los niños lo que más les sorprende es el abandono.
Tras esta nueva realidad hay mucho trabajo, una nueva mentalidad y buenas ideas pero todo depende de la voluntad política, recalca Elena Jiménez Ruiz. Sin recursos, sin personal, no sería viable. Cuando ella entró a trabajar en Sadeco, en 2008, solo había un veterinario.
Ahora son un equipo reducido, sí, pero no tanto: en el centro trabajan, además de Elena y el jefe del departamento, dos veterinarios y un auxiliar veterinario, que son los que se encargan de mejorar la situación sanitaria de los animales -hay un quirófano y todos los días se realiza una inspección sanitaria así como los tratamientos que puedan ser necesarios. También se ocupan de formar a dos becarios veterinarios. Además están unos 3 operarios que se ocupan del día a día, formados en cuidado de animales, limpieza, etc.
Con ese equipo y, en la medida de lo posible, con el apoyo de voluntarios, los perros salen cada mañana de sus boxes, en grupos reducidos y con supervisión para tener un rato algo más relajado.
No es ni de lejos como vivir en un hogar, ambas lo tienen muy claro, dista mucho de serlo. Y es algo que dejan bien claro a las personas que entregan a sus perros o gatos.
¿Cómo llegan los animales al centro?
"Nosotros diferenciamos dos tipos de entradas, una es la recogida en situación de supuesto abandono de animales no identificados en vía pública y otra es la entrega por parte de propietarios.
En el 2022, el 79,30 % de los animales recogidos por el centro fueron animales abandonados y el 20,70 % cedidos por sus propietarios. En el 2023, aumentan los abandonados (84,50 %) y disminuyen los cedidos (15,50 %). Esto se explica porque, tres meses antes de la entrada en vigor de la nueva ley de Bienestar Animal creamos listas de espera para entregas para evitar colapsar la capacidad del centro.
A partir del 29 de septiembre del 2023 comenzamos a pedir justificación de situación de vulnerabilidad del particular que quería entregar a su animal, tal y como establece ahora la ley.
Es decir, solamente cogen los perros entregados por personas que pueden demostrar que tienen problemas económicos o de salud (las dos razones más frecuentes). Como en el caso de estos dos perretes:
Un problema evidente -dado que un 60% de los animales que entran aquí no están identificados- es que pese a que es obligatorio desde hace años, muchos perros en Córdoba no tienen microchip.
Esto es algo crucial para evitar el abandono y el maltrato animal, de ahí la importancia que le dan desde Sadeco.
Han detectado que esto no sucede tanto en la ciudad, explica Verónica López Solano, como en las zonas más rurales, en las parcelas. Y por eso es ahí donde ahora se ha puesto el foco. Y lo están haciendo de una manera original, de nuevo enfocándose en los más pequeños, yendo a los colegios y echando mano de... ¡peluches!
¿Cómo es el protocolo de adopción en el Centro de Sanidad y Bienestar Animal de Córdoba?
Es sencillo, nos explican. En la web puedes ver las fotos de todos los animales en adopción. En redes sociales comparten vídeos de cada perro.
Puedes elegir por las fotos o venir directamente al centro a ver a los perros. Entonces puedes reservar a ese perro desde la web y tienes tres días para venir en persona. En ese momento has de completar un cuestionario de 75 preguntas. Una de ellas es si consideras positivo la esterilización de cualquier animal y hay quien responde que no. En ese momento, descartamos al adoptante, aclara Elena.
Tiene coste, poco más de 57 euros en el caso de un perro adulto. En el caso de los menores de 3 meses salen identificados y con compromiso de esterilización -se paga una tasa subvencionada para incentivarlo. "Son trabas que tú pones al posible abandono. Atacas el abandono y por ende, reduces el sacrificio.", destaca Jiménez.
Otro dato importante es que la colaboración con protectoras es a coste cero: las asociaciones se llevan perros identificados y esterilizados sin tener que abonar ese importe.
Y lo que, desde su experiencia de tantos años, no duda Elena Jiménez, es que las dos medidas más importantes para atajar el abandono, a las que ella dedicaría presupuesto si se lo dieran, sería subvencionar tanto la esterilización como la identificación.
Os dejamos la charla completa con Elena Jiménez Ruiz porque aclara multitud de cuestiones sobre el trabajo que conlleva la gestión y la mejora de un centro de este calibre.
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