Juneau ha tenido suerte, mucha suerte: este guapérrimo can que ahora tiene cuatro años ha sido adoptado por Rodrigo Trevino,un fotógrafo de viajes y de naturaleza cuya filosofía perruna es verdaderamente elogiable, porque piensa en el can y en lo que él puede darle en vez de al contrario. Él pasa casi todo su tiempo al aire libre, captando con su cámara paisajes de belleza serena y eterna. Antes disfrutaba junto a Rango, su mejor amigo canino, pero un cáncer le arrebató su compañía. Y entonces, tras varios viajes solo, decidió volver a una perrera y adoptar.
Ahí conoció a Juneau y desde entonces, desde octubre 2017, este hermoso perro es su compañero inseparable.
Ahora son felices juntos porque Rodrigo disfruta dándole a Juneau la vida que merece. Permitiéndole disfrutar corriendo, explorando, oliendo las novedades que trae el aire en ese gran mundo que descubren juntos y que Rodrigo va retratando. Ese es, de hecho, uno de sus consejos para cualquiera que se plantee adoptar: que busquen a un perro cuyas necesidades se adapten a su estilo de vida. Juneau necesita hacer ejercicio todos los días...
Por eso, probablemente es tan chulo verles juntos y escuchar a Rodrigo hablar de sus perros del presente y del pasado.
Demasiada gente se centra en el aspecto de un perro y no en su personalidad o el tipo de vida que más le conviene. Demasiada gente se centra en lo que el perro le puede aportar y no tanto en lo que el perro puede necesitar.
Sí, los perros pueden hacernos compañía pero un can es una enorme responsabilidad, requiere trabajo y paciencia, tiempo y dinero, más trabajo y más paciencia en algunos casos.
Hay adopciones fallidas y perros abandonados porque alguien no lo tuvo en cuenta y solo pensó que esa bolita de pelo sería la compañía perfecta para ver una serie de Netflix.
PD: Por cierto, este estupendo reportaje de amistades perrunas está patrocinado por una empresa también estupenda y solidaria y dog friendly: Tito's Handmade Vodka.
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