Alrededor de once mil niños con enfermedades complejas y terminales reciben atención médica cada año en la Unidad de Cuidados Paliativos Pediátricos del Hospital Civil de Guadalajara, en México.
A través de diversas terapias, incluyendo terapias asistidas con perros, aquí se busca mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónicas, incurables, de mal pronóstico y en fase terminal.
La Unidad de Cuidados Paliativos pediátricos “Pablo Jiménez Camarena” atiende a menores y bebés con enfermedades como trastornos neurológicos; prematurez; malformaciones congénitas; cardiopatías; quemaduras, insuficiencia renal, y cáncer.
Los perros contribuyen a que los menores estén más animados, a que se olviden de los pinchazos y otros procedimientos dolorosos y que tengan más ánimo para moverse, socializar con otras personas...
En esos momentos tan difíciles los perros consiguen lo impensable, que los niños olviden por un momento el lugar en el que están y que sean solo niños, jugando y sonriendo como tales.
Lo cierto es que la terapia asistida con perros no es solamente para pacientes infantiles pero en el caso de los niños su presencia, como vuelve a explicar la doctora Yuriko Nakashima Paniagua, es clave.