Hay multitud de estudios que han mostrado que los niños que crecen con perros tienen menos problemas de comportamiento, aprenden empatía, suelen tener menos problemas de alergias o asma entre muchos otros beneficios para su salud...
Claro que los estudios difícilmente podrían cuantificar es la felicidad que aportan esos perros a esos niños. El vínculo que llega a establecerse entre algunos peques y sus canes es único y realmente bello.
Así sucede en esta historia: la de un chico y el perro al que él llama Duck, Pato (comprobaréis porqué al final del vídeo). Un niño que juega y sueña, que inventa y corre una aventura tras otra y que nunca, nunca se encuentra solo porque a su lado siempre está su gran amigo de cuatro patas.
Hay anuncios que son verdaderos cortos, como éste: una historia tierna y divertida que resulta real y que logra captar la esencia de todos esos buenos ratos que pasan juntos los que tienen la suerte de crecer con un perro a su lado. Una historia que muestra cómo los canes son parte de la familia.
Hace reír y también llorar, porque así es la vida cuando tienes un perro de alma que te acompaña.
Por si alguien necesita la traducción del final. Duke es Duque, así querían llamarle los padres al guapo labrador. Pero el niño se equivoca y le llama Duck, pato :-)
Lo cierto es que el binomio niño - perro ha inspirado muchos anuncios memorables, aquí os dejamos otros tres que son bien chulos: