Dolly tiene un cáncer incurable pero ella no lo sabe, ella solo sabe que su familia la quiere y que últimamente están haciendo muchas cosas nuevas juntos.
Por suerte Dolly, pese a la gravedad del diagnóstico, se encuentra bien y por eso mismo su humana, Sam Stanley, está decidida a que el tiempo que le quede esté lleno de cosas buenas, de aquellas aventuras compartidas que la perra pueda realmente disfrutar.
La primera aventura fue ir en canoa, algo que parece que Sam disfrutó más que Dolly :-)
"Desde que Dolly tenía alrededor de 2 años, quería llevarla en una canoa. Más como una broma que otra cosa, pero después de descubrir que ella 'no está bien' (ella se encuentra bien), hice una pequeña lista de cosas que realmente quiero hacer con ella para crear recuerdos. Así que hoy fuimos en canoa y lloré en medio del lago porque era un momento tan pacífico, agridulce y me encantó. A ella, no tanto, pero sonrió y siguió adelante de todos modos 😂💜 "
Sam y Dolly han estado juntas desde que la perra tenía ocho semanas. En esta entrevista que le han hecho en Good Morning America ha contado toda su historia:
Como explica, a Dolly le encanta ir de camping y las playas, así que esa fue la segunda aventura, unas vacaciones en furgoneta en las que la perra ha sido "una pequeña loba" y ha podido pasárselo en grande.
La lista inicial ya la han cumplido, así que ahora van inventando nuevas actividades conjuntas con ese mismo objetivo, crear nuevas memorias inolvidables, algo que cualquiera que tenga perro entenderá a la perfección. Ese dolor ante la inevitable pérdida que se avecina mezclado con el deseo de darle lo mejor hasta el último momento de su vida.
Y entre tanto, Sam se ha propuesto un reto personal: va a correr esta semana el maratón de Londres para recaudar fondos para PDSA, la organización británica de veterinarios solidarios.
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