Las revisiones periódicas son vitales para prevenir enfermedades y para detectar a tiempo cualquier problema grave de salud. Lo habitual es que sean más frecuentes en el caso de cachorros o perros mayores pero el consejo de los expertos es claro: es importante acudir al veterinario más allá de cuando hay un problema puntual o cuando hay que poner una vacuna.
Cachorros
Los chequeos médicos en el cachorro se realizan para programar el calendario vacunal y completar todas las inoculaciones que necesita para fortalecer su sistema inmunitario; realizar la desparasitación (interna y externa) y descartar cualquier problema congénito.
Perros adultos
Como mínimo una vez al año conviene que nuestro perro pase un chequeo integral, es la mejor forma de garantizar su bienestar y de intentar prevenir cualquier problema grave de salud.
Un cánido de aspecto saludable podría estar cursando por la fase inicial de una enfermedad grave y no presentar síntomas: si lo llevamos anualmente al veterinario para que le haga un examen físico y las pruebas que crea necesarias, de existir alguna enfermedad oculta (cáncer, tumores, problemas cardíacos…) podría detectarse a tiempo y nos permitiría actuar rápidamente para tratarla.
Unchequeo integral comprende la revisión de oídos, ojos, salud bucal, piel, uñas y pelaje, aparato genitourinario, sistema cardiovascular, pulmones, medición de la tensión arterial, valoración del comportamiento, así como análisis de sangre, heces y orina. Durante esta revisión médica, también aprovecharemos para hablar de la pauta de vacunación y de desparasitación tanto interna (intestinal) como externa (pulgas, garrapatas, flebótomos, mosquitos, etc.) más conveniente para su perro.
Perros mayores
En el caso de los perros mayores (de 7 años o más), deben acudir a los chequeos geriátricos, ya que se enfrentan a una etapa en la que el desgaste de su organismo provoca frecuentemente la aparición de enfermedades tales como artrosis, problemas digestivos, afecciones cardíacas y desórdenes metabólicos. También podrían presentar un descenso en las defensas, por lo que serían más vulnerables a las enfermedades infecciosas, por lo que resulta imprescindible aplicar las vacunas puntualmente.
Después de las vacaciones
Es buena idea hacer un chequeo de salud a la vuelta de las vacaciones, tanto si tu can ha estado con la familia como si se ha quedado al cuidado de otras personas.
Es necesario comprobar que todo anda bien con su comportamiento, su aspecto físico y su apetito, además de verificar que no tiene parásitos externos o gusanos intestinales.
Si tu perro ha estado en un lugar en el que la presencia de filiarias (gusanos del corazón) es habitual, conviene que le realices un test para descartar filariosis. Del mismo modo, si estabais en un lugar con alta presencia de flebótomos, hazle un test de leishmaniosis.
En todo caso, lo más recomendable es informarte bien sobre la zona a la que vas a ir de vacaciones junto a tu perro y consultar con tu veterinario las mejores medidas preventivas contra cualquier enfermedad.
Los expertos recuerdan que es importante ofrecer una alimentación adecuada a cada etapa (cachorro, adulto y sénior), acudir al menos una vez al año a un chequeo veterinario y solicitar una revisión extra si sospechamos que algo no anda bien. Y, cómo no, es importante cumplir rigurosamente las vacunaciones y desparasitaciones.
Además, te recomendamos echar un ojo a esta chuleta de salud perruna, con claves adicionales para saber si debes ir a tu veterinario.
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PD La foto que encabeza el texto es de la wikipedia