Jake es un guapo Coonhound de siete años que ha vivido una gran aventura: desapareció de la casa de su familia en Phoenix, Arizona, hace más de un año. No saben si fue robado o qué ha podido pasar porque el can ha reaparecido ahora en Roaring Spring, Pensilvania... y eso está a ¡más de 300 km de distancia!
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Como veréis en el vídeo, la vuelta a casa de Jake ha sido posible primero gracias al microchip: su familia se lo había puesto, aunque en EEUU no es obligatorio, y los datos estaban actualizados.
Y en segundo lugar, ha sido posible gracias a la colaboración de los voluntarios de una protectora y sus contactos. Organizaron todo el viaje a través de las redes sociales de la protectora, acostumbrada a trasladar canes de una punta de EEUU a la otra. En el vídeo veréis a muchas de las personas que echaron una pata a Jake...
Veinte personas se involucraron para que el can pudiera, tras tres días de viaje, volver a recibir los mimos el cariño de su familia.
¡Vaya aventura y vaya suerte ha tenido!
PD:
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