Un nuevo estudio del sueño canino de la Universidad Estatal de Carolina del Norte podría servir como base para la investigación sobre el dolor crónico y la disfunción cognitiva en perros, mejorando potencialmente la detección y el tratamiento de estas afecciones. El propósito del estudio ha sido establecer patrones de actividady ciclos de sueño-vigilia de referencia utilizando actigrafía y modelado lineal funcional (FLM), para perros adultos sanos.
El estudio analizó el comportamiento de 42 perros adultos sanos, 21 machos y 21 hembras, con edades comprendidas entre los 2 y los 8 años.
Los perros usaron monitores de actividad en sus collares durante un período de dos semanas y sus dueños completaron un cuestionario sobre los patrones de sueño de los perros.
El modelado lineal funcional de los datos de actividad mostró que la mayoría de los perros tienen dos picos de actividad durante el día: una ventana más corta de 8 a.m. a 10 a.m., seguida de una pausa al mediodía y un período activo más prolongado a partir de las 5 p.m. a las 11 p.m. Todos los perros eran más activos durante los fines de semana que entre semana.
Esto es lógico dado que sigue los patrones de actividad humana: la mayoría de los participantes eran perros de personas que trabajan fuera de casa y su actividad es mayor cuando sus humanos están cerca.
“Hubo algunos valores atípicos ocasionales (capturamos algunos 'zoomies' del mediodía), pero el patrón se mantuvo en promedio durante 14 días para cada perro. Estos hallazgos no son sorprendentes: se alinean con muchas de las suposiciones que hemos estado haciendo, pero ahora los datos están caracterizados y documentados ", dice Margaret Gruen, una de las responsables del estudio.
La investigación reveló que el peso y el sexo tenían un efecto sobre los períodos activos: los perros más ligeros tendían a estar más activos en un período corto justo después de la medianoche, mientras que las perras parecían estar más activas que los machos a última hora de la tarde. Incluso en estos perros adultos sanos, la edad tuvo un efecto: los perros mayores se mostraron menos activos durante los momentos de máxima actividad.
Con una sólida comprensión del ciclo de sueño-vigilia de los perros, este "modelo comparativo" puede desarrollarse más para comprender el impacto en los patrones de sueño de enfermedades y afecciones, como la disfunción cognitiva dado que uno de los síntomas de esta dolencia es, justamene, la alteración del ciclo sueño-vigilia.
Sería muy útil poder detectar antes estos problemas puesto que eso seguro ayudaría a mejorar el bienestar de los canes y la clave podría estar en monitorizar la calidad del sueño: la edad promedio en la que la mayoría de los perros domésticos son diagnosticados con disfunción cognitiva es de 15 a 16 años a pesar de la evidencia de deterioro cognitivo en pruebas de laboratorio de perros mayores de 6 años.
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