Para reducir lesiones y evitar la propagación de enfermedades algunas protectoras, si tienen espacio, pueden optar por mantener a los perros en cheniles individuales. ¿Es esta decisión, a la larga, beneficiosa para los canes?
Un nuevo estudio de Virginia Tech, dirigido por Erica Feuerbacher, profesora asociada de la Facultad de Ciencias Animales de la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida, sugiere que no, más bien lo contrario.
"Queríamos examinar si el alojamiento en pareja podría ser una intervención útil para mejorar el bienestar de los perros de los refugios", explica Feuerbacher.
Para ello, han analizado los efectos fisiológicos y de comportamiento de 61 canes que estaban en una protectoras, la Humane Society de Western Montana. Los investigadores colocaron a la mitad de los perros en cheniles compartidos (tras una breve introducción y una prueba de compatibilidad) y los otros canes quedaron en cheniles individuales.
Entonces se observó a los perros durante una semana, registrando comportamientos comunes de estrés, como lamerse los labios, gemir y echar las orejas hacia atrás, y tomando también muestras diarias del cortisol y la creatinina urinaria de los perros para medir los indicadores biológicos del estrés.
¿El resultado? Los perros alojados juntos no sólo mostraron menos conductas estresantes, sino que también fueron adoptados, en promedio, cuatro días antes que los perros alojados en viviendas individuales.
Ella sugiere que para los adoptantes potenciales puede ser importante el ver que un can puede interactuar exitosamente con otros, ese podría ser un factor adicional en las adopciones exitosas.
También recalcan, dado que las agresiones podrían ser una de las principales razones por las que se aloja a perros de manera individual, que en este estudio no hubo lesiones causadas por perros en parejas y solo hubo que separar a dos parejas debido a agresión no dañina que ocurrieron dentro de las primeras 36 horas -lo que sugiere que se necesitaría un seguimiento más estrecho durante los primeros días.
Igualmente, vieron comportamientos afiliativos en los perros alojados en parejas. En casi el 10% de los intervalos, los perros estaban en contacto físico entre sí (excluyendo el juego o la agresión),lo que sugiere que podrían encontrar consuelo al tener un compañero. De hecho, "si bien observamos un alto uso general de las camas elevadas (...) notamos de manera anecdótica que varias parejas de perros eligieron compartir una cama, a pesar de que había dos camas disponibles para ellos."
El análisis final de los investigadores es pertinente: alojar a perros en parejas requiere un trabajo previo y prudencia, en su caso no solo fueron evaluados a través de un test de compatibilidad sino que el personal los estuvo monitorizando constantemente, especialmente los primeros días. Y también sugieren que los beneficios de alojar perros en parejas tendrían un límite por lo que albergar más perros en un mismo chenil no es necesariamente mejor.
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