Decidir cuándo ha llegado el momento de despedirse nunca es fácil, incluso cuando ese perro o gato puede estar sufriendo una baja calidad de vida debido a la edad o a la gravedad de una enfermedad.
La pregunta para muchas personas que conviven con perros es y seguirá siendo: ¿cómo saber cuándo es el momento?
Para intentar aportar algo de luz y algunos consejos que puedan ser de ayuda, en el Dog Aging Project han hecho una encuesta a 2.570 tutores de perros para analizar las circunstancias de la muerte de su compañero, incluida la causa de la muerte, si hubo eutanasia, la razón por la que se pudo haber elegido la eutanasia y qué condiciones médicas o síntomas, características de edad y calidad de vida que tenía el animal antes de morir.
Un 85% de los encuestados, es decir una mayoría abrumadora, había optado por la eutanasia.
El Dog Aging Project es un proyecto de investigación colaborativo de recopilación de datos que estudia los efectos del envejecimiento con el objetivo de tener información que pueda contribuir a una vida canina larga y saludable.
La pérdida de un perro afecta lógicamente a su familia: estudios previos muestran que el 70% de las personas sufren un impacto emocional y hasta el 30% sufren un duelo severo. También afecta a los veterinarios: se estima que están presentes en la muerte de sus pacientes cinco veces más a menudo que los médicos humanos en la muerte de sus pacientes.
Este estudio, cuyos resultados completos se pueden consultar en el Journal of the American Veterinary Association, revela que un 85% de las personas cuyos perros habían muerto eligieron la eutanasia. Casi la mitad dijeron que lo hicieron para aliviar el sufrimiento de su can y más de la mitad del total de encuestados mencionaron una enfermedad como la causa real de muerte.
El número promedio de síntomas médicos referidos por los tutores de perros que fallecieron por causas naturales fue 2,76 mientras que el promedio en los que optaron por la eutanasia fue de 3,41. Es decir, los canes eutanasiados tenían significativamente más síntomas médicos que aquellos que experimentaron una muerte sin asistencia. Algunos de los síntomas médicos individuales que se asociaron significativamente con la eutanasia incluyeron letargo o muy poca energía, pérdida de peso, orinar mucho e incontinencia.
Otro dato significativo es que la edad del perro no contribuyó significativamente a decidir si se optaba por la eutanasia: “Algunas enfermedades pueden afectar a los perros más jóvenes, lo que puede reducir su calidad de vida y hacer que sus tutores se pregunten si podría ser el momento de decir adiós", concluye la Dra. Kellyn McNulty, residente de medicina interna en la Escuela Texas A&M, que trabajó en la encuesta.
Sin embargo, a medida que la medicina veterinaria continúa mejorando en el tratamiento y manejo de enfermedades crónicas, la edad puede llegar a desempeñar un papel más importante en la determinación de la calidad de vida. Porque la calidad de vida deficiente es un componente importante de las decisiones de eutanasia.
"Llevar a su perro al veterinario con regularidad es fundamental para tener un registro de comportamiento normal y estadísticas de salud", explica esta veterinaria. “Es mucho más fácil saber qué es anormal en su perro si tenemos un largo registro de información de salud para revisar.".
Y el consejos es claro: el apoyo de los profesionales de la salud animal es indispensable puesto que ellos son los que pueden aportar asesoramiento experto en momentos tan complicados.
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