Los perros expuestos al humo del tabaco pueden desarrollar cambios en sus vías respiratorias y pulmones que son similares a los que se encuentran en las personas que fuman, según la FDA. El humo también puede empeorar cualquier problema respiratorio que tenga, sobre todo si es un can braquicéfalo. Y puede causar otro tipo de dolencias, incluso se ha asociado con el aumento de peso.
También se sabe que la forma en que el humo del tabaco afecta a un perro depende de la longitud de su nariz. Esto es así porque la nariz funciona como un filtro de aire y cuanto más larga sea, como el caso de los Galgos o los Salchicha, por ejemplo, más particulas atrapan. Así no llegan a sus pulmones pero, a cambio, aumenta su riesgo de tener cáncer de nariz (la incidencia de tumores nasales es 250% más alta en perros de nariz larga que viven en ambientes llenos de humo). Por el contrario, los Carlinos o Bulldogs tienen más probabilidad de desarrollar cáncer de pulmon
Una encuesta realizada en el Reino Unido ha revelado que un tercio de los fumadores considera que sus animales de compañía han sufrido problemas de salud como resultado del humo secundario (el 38 % en el caso de los perros).
Y dado que, según esa misma encuesta, una cuarta parte de los fumadores desconocen por completo cómo fumar puede dañar a su perro o gato, está claro que cualquier estrategia que comunique esta realidad podría ser efectiva para ayudar a más personas a intentar dejar de fumar.
Para muchas personas su perro es lo más importante de su vida. Y por eso en Nueva Zelanda han lanzado una durísima campaña contra el tabaco pensada para captar la atención de los humanos perrunos. El objetivo es que si no dejan de fumar por su propia salud, lo hagan por la de sus perros dado que está demostrado que el estar expuestos al humo secundario tiene consecuencias muy graves para los canes.
Ellos te siguen a todas partes. Y si fumas cerca de tu perro se duplican las probabilidades de que tenga cáncer.
Ese es el mensaje que acompaña a este potente y brutal anuncio que busca concienciar a los humanos sobre las graves consecuencias del tabaco, no solo para ellos sino también para todos los que les rodean.
Es duro, sí, pero quizá esta bofetada de realidad sea lo que necesita un humano perruno para dar el paso y dejar el tabaco.
