Es uno de los peores desastres en la historia de Texas: Harvey deja tras de si 30.000 personas evacuadas, 30 muertos y una devastación difícil de contemplar.
Hemos visto fotosdesoladoramente tristes de perros abandonados, atados, sin posibilidad de salvarse; algunos, como estos, han tenido la suerte de ser rescatados. Pero lo cierto es que llegan incontables relatos e imágenes de familias que han luchado tiránicamente hasta lograr llevarse con ellos a sus canes y también hay incontables organizaciones y protectoras que se han movilizado.
Cientos de animales están ahora a salvo gracias a su labor, y gracias también a la ayuda prestada por voluntarios y por toda esa gente que en momentos de crisis se convierten en héroes para los demás.
Se han creado nuevos refugios y se están fletando aviones para sacar de las perreras y protectoras de la zona a cuantos más perros mejor, para que puedan ser adoptados en otras ciudades y tener sitio así para poder atender a los animales que, previsiblemente, irán apareciendo, perdidos tras la tormenta, una vez que bajen las aguas.
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