Barry es un carlino disfrutón no, lo siguiente: a él sí que le gusta la hora del baño sobre todo porque cabe en el fregadero de la cocina y ahí tiene su pequeño spa... sus caras son lo más.
Cómo convertir la cocina en un spa canino, por Barry el Carlino:
Y no es el único al que le gusta eso de los masajes y el agua calentita. A Sid directamente le da por ronronear, versión pug, del gustito que le da el baño.
Peeero, no, no es que los Carlinos sean especiales y todos adoren el baño. A las pruebas nor remitimos: Max, tan pancho y Minnie... a ella la tienen que perseguir por toda la casa cuando toca pasar por el agua.
Igual a los que tengan perros anti-baño les vendría bien este artilugio que venden en Tiendanimal: un mango de ducha especial que colocas en cualquier grifo y que hace que el baño del can se convierta en algo mucho más fácil y, a juzgar por las caras del que protagoniza el vídeo, placentero :-)