En el Reino Unido se prohibió en 2004 la caza con perro de mamíferos salvajes, es lo que se conoce como el Hunting Act. Se acabó así, en teoría, con la tradición de la caza del zorro. La ley, sin embargo, tiene incontables resquicios y por eso mismo sigue habiendo perros de caza y cacerías de zorros. Hay unos 300 "hunts" oficiales, lo que vendrían a ser rehalas / criadores de perros de caza que dicen ajustarse a la ley. Una de las más antiguas y conocidas es la del duque de Beaufort, precisamente donde han grabado estas durísimas imágenes que han salido a la luz esta semana.
En el verano de 2021, The Hunt Investigation Team escondió cámaras dentro de las perreras de una de las rehalas más conocidas del Reino Unido, The Duke of Beaufort Hunt. El objetivo era documentar una práctica atroz que, según denuncian, sucede en todas las demás perreras de este tipo, cómo disparan y matan a los perros de caza que ya no les sirven.
Los Beaufort se enorgullecen de sus perros y de su linaje que se remonta a cientos de años y evidentemente dicen tratar bien a sus canes. Desde The Hunt Investigation Team, sin embargo, aseguran que en todo el país, cada año miles de perros no deseados son directamente ajusticiados. No está clara la cifra, podría ascender hasta a 7000 perros.
En el caso de The Duke of Beaufort Hunt las imágenes muestran cómo matan de un disparo en la cabeza a cuatro perros de caza.
Es lo que denuncian también desde otra organización que colabora con The Hunt Investigation Team, Keep the Ban: "Se estima que hasta 7.000 perros mueren innecesariamente cada año y muy pocos superan los cinco o seis años a pesar de tener una esperanza de vida de alrededor de los catorce."
Pese a la brutalidad de las imágenes en realidad no es ilegal matar así a los perros, se permite su sacrificio cuando no pueden ser adoptados puesto que son perros de trabajo, no son considerados perros de familia. Y, según los responsables de esta perrera, los canes no socializados, acostumbrados a vivir en jauría, no son aptos para vivir en familia. En cualquier caso, eso no quiere decir que el brutal método utilizado sea algo siquiera remotamente razonable. O que sea ético que se pueda matar a un perro sano legalmente sencillamente porque no vale para cazar.
Este es uno de los peligros evidentes de que ante la ley un perro de caza no sea como el resto de perros. Es por ello que estos canes pueden ser "sacrificados" de esta manera -o de cualquier otra- legalmente en el Reino Unido por el mero hecho de no servir para cazar.
Es lo mismo que denuncian desde Galgos del Sur e incontables otras organizaciones en España: si las leyes no protegen por igual a todos los perros entonces los perros de caza seguirán siendo tratados como herramientas, seguirán sufriendo maltrato y seguirán siendo abandonados o peor.
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