Nunca se sabe cuándo puede ser necesario un momento ohmmmmmmm. Y podríamos decir que la versión perruna del mindfulness es pasar unos minutos concentrándose en vídeos de canes niñera: si logran calmar a un bebé que llora, ¿cómo no van a ejercer el mismo efecto sobre un adulto? Al menos, esa es la idea :-)
Aquí otro perro niñera, a su manera... el está directamente roncando tan pancho cuando el bebé, ejem, mejor verlo (hasta el final). El que no da crédito es el gato :-)
Otro buenazo ejerciendo de niñera con sumo cuidado y, como dede de ser, ante la atenta mirada de un adulto.
Y por si alguien necesita más ohmmmmm, aquí va un recopilatorio. Como siempre, lo recordamos: la regla de oro para evitar problemas cuando hay perros y niños pequeños es la supervisión, elevada al cubo: