En Estambul hay cientos de miles de perros y gatos viviendo en la calle, se calcula que unos 130.000 canes y 165.000 mininos.A diferencia de lo que pueda suceder en otras ciudades, aquí están, por lo general, bien cuidados: en 2009 se aprobó una ley que castiga el maltrato y obliga a los municipios a cuidar a los animales de la calle. Es algo que tanto las autoridades como muchos ciudadanos hacen de manera cotidiana.
Aquí podéis ver, por ejemplo, una maravillosa carnicería que se ha hecho famosa porque... es algo así como una barra libre para los gatetes y canes callejeros del barrio. Impagable.
Cada año, desde el ayuntamiento reparten toneladas de alimentos y también hacen posible que perros y gatos sean esterilizados y vacunados. No ha habido un solo caso de rabia en Estambul desde 2016, según el municipio que emplea a 100 veterinarios y técnicos veterinarios.
No se han olvidado de ellos durante el confinamiento tampoco: el Gobierno turco pidió a los ayuntamientos que llevaran comida y agua a parques o zonas donde los animales se congregaran normalmente.
Las cifras son claras, si en 2004 los servicios veterinarios municipales atendieron a 2740 animales de la calle, en 2018 fueron 73.608.
Siempre en movimiento, siempre ayudando a los animales: este es el servicio de autobuses veterinarios cuya misión es recorrer Estambul para ocuparse de la salud de los miles de perros y gatos que no tienen hogar.
Suelen anunciar en redes sociales las zonas que tienen previsto visitar y también fomentan la adopción: en el bus hay carteles de los perros que ellos han esterilizado y de cuando en cuando los autobuses se convierten en protectoras móviles.
En Estambul, además de la clínica móvil, el ayuntamiento mantiene seis centros veterinarios.
Y cuando llega el frío es frecuente toparse con noticias en prensa sobre tiendas o centros comerciales que abren sus puertas para que los animales puedan dormir resguardados...
En las estaciones de metro siempre hay animales ¡y comida para ellos!
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