Los inviernos en Montreal son muy duros, es frecuente que los termómetros se mantengan bajo cero durante largas semanas y eso hace que la vida en la calle sea complicada, sobre todo para aquellas personas que no pueden acceder a los albergues municipales porque conviven con un perro. Por eso hace ahora un año ocurrió una tremenda y evitable tragedia: dos perros murieron congelados, en brazos de sus dueños, porque no pudieron encontrar cobijo de noche.
El resultado es que en Montreal este invierno han decidido habilitar un nuevo albergue pensado también para las personas que tienen perro. Así en ahora hay una opción segura para aquellos que necesiten un techo temporal, junto a sus canes.
Y cabe destacar que la SPCA se ha ocupado de formar al personal en este albergue para que sepan cómo gestionar correctamente cualquier problema que pueda surgir con los perros.
Sobre este tema también versa el documental A Dog's Life, una película rodada en Montreal y en Toronto acompañando a diversas personas que viven en la calle con sus animales.
Obviamente en ciudades donde el clima es más extremo este problema se agrava pero eso no quiere decir que en cualquier parte del mundo no sea necesario tener en cuenta que para muchas personas sin recursos su perro es su mayor compañero, no pueden concebir dormir bajo techo a costa de abandonar al animal.
En España empieza a haber algunas iniciativas en este sentido pero son aún minoritarias.