No todo el mundo está preparado para tener perro, menos aún un cachorro. Ni para adoptar -la opción que siempre recomendaremos desde SrPerro.com- ni para comprar. Tener perro es una gran responsabilidad y a veces una labor que a algunos les puede resultar titánica. Tener perro es una elección personal, nadie te obliga a compartir tu vida con un can pero una vez que lo decidas, es para siempre, para toda su vida pase lo que pase: aunque sea un trasto, aunque tenga traumas, aunque a tu familia llegue un bebé, aunque te cases, aunque te divorcies, aunque te mudes, aunque te inviten a unas vacaciones exóticas... Ese ser dependerá para siempre de ti, de tu decisión, así que por favor no la tomes a la ligera o por impulso.
Si quieres adoptar... o porqué una protectora no es un supermercado
Mucha gente se queja de la cantidad de preguntas que te hacen desde las protectoras cuando te planteas adoptar, de las presuntas trabas y de todo el proceso que hay que seguir. Y sí, es verdad que a veces es cuesta arriba y habrá decisiones incomprensibles para el adoptante en potencia o incluso injustas pero luego, cuando se produce un caso de maltrato -como el de Benito en Bilbao o el de Cooper en Valladolid- hay quien llega a culpar a la protectora por no haber detectado que ese adoptante era, en realidad, un psicópata.
Lo cierto es que las protectoras serias pese a estar desbordadas hacen lo que pueden para concienciar, para educar y no, no entregan a sus perros a cualquiera. Porque tienen claro que ciertas personas, directamente, no están preparadas para tener perro.
Por eso mismo desde DEFANIVA han compartido un texto que reproducimos con su permiso a continuación, para que los adoptantes en potencia se hagan más preguntas, para que reflexionen de verdad antes de dar un paso tan importante.
Para su desgracia han comprobado lo que puede suceder cuando algún inconsciente inhumano adopta a un perro: el brutal y dramático caso de su Cooper.
Así que si te estás planteando compartir tu vida con un perro, por favor, léelo y piénsalo bien:
"Querido posible adoptante:
Soy ese cachorro al que quieres adoptar, soy esa perrita que te ha robado el corazón por Facebook, soy ese afable perro al que visualizas ya dentro de tu familia.
Quiero decirte que puede que te rompa cosas, incluso cosas valiosas para ti,puede que no te deje dormir al principio, puede que me mee en casa una temporada hasta que aprenda, o que pises una caca mía con tus zapatillas favoritas.
Puede que ladre cuando venga un extraño por miedo, puede que me asuste al principio con tus hijos, con tus sobrinos, con los hijos de tus amigos.
Puede que crezca mas de lo que pensabas, puede que sea menos sociable de lo que imaginabas, puede que solo quiera estar en tu sofá, ese de piel blanco que se mancha con mirarlo, puede que me vuelva protector cuando tengas hijos y que haya que reeducarme para ello, puede que te demande mas tiempo de lo que pensabas en un principio.
Todo esto solo son probabilidades. Pero que soy un ser con sentimientos y que todo mi mundo serás tu, es un realidad. Si no estás dispuesto a asumir todas las anteriores probabilidades y a devolverme todo el amor que te voy a dar…
Entonces, no nos escribas preguntando por un perro, no rellenes el cuestionario, lo sentimos en el alma, pero no estás preparado/a para tener un perro ni adoptado, ni comprado."
Y compartimos también unos consejos muy, pero que muy pertinentes para evitar las adopciones por impulso al ver un lindo cachorrito, como Berlín, en la foto. Este bello mestizo de Husky espera a un humano responsable dispuesto a cuidar de él como se merece y por toda su vida, está en DEFANIVA.
Un cachorro es un ser vivo que necesita amor y atención el resto de su vida. Un cachorro es particularmente vulnerable y puede sufrir roturas de huesos y otras heridas si alguien lo trata sin cuidado.
No se debe adoptar a un cachorro para fomentar el sentido de la responsabilidad en los niños. No es justo que sean los niños los que tengan que ocuparse del bienestar de un animal. Dar de comer, limpiar y educar a un cachorro son tareas que deben llevar a cabo los adultos. Si buscas enseñar a tus hijos a ser responsables es mejor que no sea a través de las necesidades de un animal que no puede valerse por sí mismo.
El coste inicial de adoptar a un perro es ínfimo comparado con el coste de los tratamientos veterinarios que ese perro necesitará de manera rutinaria a lo largo de su vida, así como las visitas a urgencias, seguros diversos y las cosas que probablemente te romperá en casa.
Las protectoras están llenas de perros que alguien compró o adoptó por las razones equivocadas o sin haberse tomado el tiempo de informarse bien y de analizar si podía comprometerse realmente con ese ser vivo.
Los perros no pueden limpiarse y tampoco pueden limpiar lo que dejan tras de sí: pises o cacas accidentales, pelos... Esto siempre implica más trabajo para su familia.
Un cachorrito no tiene ni las capacidades mentales ni las capacidades físicas de un perro adulto así que necesita hacer pis y caca con más frecuencia y tampoco sabe distinguir lo que es y no es un juguete, lo que es y no es peligroso. Requiere paciencia, comprensión y supervisión, igual que si fuera un niño pequeño. Un perro no se hace adulto hasta, por lo menos, alcanzar los dos años de edad. Si trabajas y no tienes tiempo para jugar con tu cachorro y educar a tu cachorro, entonces sería mejor que adoptaras a un perro adulto.
Pero sí necesitará tu amor y tus cuidados para siempre. Por favor, asegúrate que entiendes bien el compromiso que requiere, tanto los primeros meses como a largo plazo, antes de dejarte llevar por lo adorable que resulta un cachorrito.
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