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La importancia de la curiosidad canina y los grupos estables en el proceso de rehabilitación de los Galgos en FBM

La importancia de la curiosidad canina y los grupos estables en el proceso de rehabilitación de los Galgos en FBM

Última actualización del articulo el día 03/05/2023

Hay que ver la cantidad de vidas que han cambiado de rumbo debido a los amores perros. Y hay que ver la suerte que han tenido cientos, miles de canes de que Alberto Piña dejara la informática y se volcara en formarse para dedicarse en cuerpo y alma a ayudarles: desde hace unos nueve años él es el responsable del departamento de comportamiento en Fundación Benjamín Mehnert,una protectora que cuida de una media de 600 perros, casi todos ellos Galgos.

He charlado un buen rato con Alberto para que nos cuente cómo ayudan a los perros en Fundación Benjamín Mehnert, cómo es el día a día para ellos hasta que, por fin, están listos para ser adoptados: un camino por el que canes con traumas y miedo, perros que en muchas ocasiones solo han conocido lo peor del ser humano,aprenden a confiar y se preparan para ser perros de casa, dejando atrás ese pasado como perros de caza.

"La curiosidad es el veneno del miedo, no la valentía, la valentía es un concepto humano: cuando un perro empieza a mostrar curiosidad, ya sabes que vas por el buen camino," dice Alberto.

En el cambio radical de vida de Alberto Piña tuvo mucho que ver Leónidas, Leo, el perro al que él adoptó justamente ahí, en la Fundación Benjamín Mehnert y del que ha tenido que despedirse hace muy poquito. Un can algo complicado que se convirtió en su guía, le hizo aprender muchísimo y le permitió empatizar de manera directa con otros perros, con otros adoptantes. Así que se puede decir que Leo es el culpable de que ahora Alberto dedique su vida a ayudar a sus congéneres.

La rehabilitación de perros, de Galgos, en Fundación Benjamín Mehnert

Para muchos perros llegar a una protectora es como llegar a un campo de refugiados:ya no están en la calle y están a salvo, sí, pero a Fundación Benjamín Mehnert llegan animales heridos, con traumas... y se encuentran de pronto en un entorno totalmente desconocido y estresante para ellos.

Por suerte los Galgos son muy adaptativos, aunque sean muy sensibles, explica Alberto: son maestros en este aspecto. Para lo mal que llegan, demasiadas veces, su capacidad de adaptarse en muy elevada. Pero es un proceso complejo, que puede llevar meses...

Tras los chequeos veterinarios, si todo está correcto entonces los canes son divididos en pequeños grupos. Se intenta siempre mantener juntos a los Galgos que llegan al mismo tiempo y, en caso de animales que llegan solos, a veces se integran en grupos existentes y a veces se crean nuevos grupos estables con ellos.

Lo normal es que estén en grupos de unos seis o siete perros. Esto es así desde que cambiaron la estructura de las jaulas, tirando paredes para que así fueran más grandes: desde que hicieron esto, nos cuenta Alberto, las peleas se han reducido considerablemente porque ahora tienen más espacio para evitar conflictos.

El proceso de evaluación, de creación de grupos estables, puede durar meses: cuando llegan los canes su situación dista mucho de ser óptima o natural, no puedes ver cómo es en realidad ese perro cuando está inundado por todos los estímulos. Y no se trata de meter a un can con un grupo estable, sin más, tiene que ser con un grupo estable que le aporte a este perro concreto lo que necesita.

Es algo que hay que cuidar mucho para evitar problemas en potencia y cuidar el bienestar de los perros. Porque a través de los grupos sociales estables los perros mejoran mucho.

Ese proceso también es clave porque te da muchísima información sobre cada can, no solo sobre su personalidad sino sobre su capacidad a adaptarse al medio. A partir de ahí, lo más importante para todos los perros es la rutina, los paseos en el patio cada día, siempre con los mismos compañeros...

Hemos charlado sobre multitud de temas más: en esta entrevista, para mí interesantísima, se puede entender un poco mejor el trabajo tan brutal y tan necesario que realizan en Fundación Benjamín Mehnert:
 

 

Os resumimos aquí algunos puntos de los que hemos hablado en esta entrevista:

Una de las cuestiones más complicadas de trabajar con los Galgos que llegan a Fundación Benjamín Mehnert, más que posibles problemas de agresividad o miedos, es la de lo perros que tienen pánico a la correa: cuando no entienden la correa, en un entorno tan estresante, donde les cuesta relajarse para ir aprendiendo y sabiendo que probablemente previamente han tenido experiencias muy negativas con la correa, es algo muy difícil. 

Es la mejor terapia que existe es la no invasiva: que puedan dedicar un rato tranquilo a una actividad de la que disfrutan... estos animales que están estresados, llevarlos a situaciones donde se relajan y tú puedes estar ahí como acompañante, sin más, es lo que más les puede ayudar a mejorar.

Para una adopción exitosa es importante asesorar muy bien a los adoptantes. La desinformación previa que hay es un problema, por eso es importante asesorar a los adoptantes para que entiendan las necesidades de estos perros: como raza, los Galgos no necesitan correr mucho. Habrá individuos que sí, pero como raza no.

O las personas que creen que es mejor adoptar a un cachorro para enseñarlo desde pequeño. No es así, un adulto es muchísimo más fácil, aprenden mucho más rápido.  

 

Y también es importante que las personas entiendan que el perro al que adoptan no entiende que lo has rescatado, no te debe nada. Esto es una labor social y un compromiso que tú haces por tí mismo. El perro va a sufrir una serie de cambios increíbles en su vida y tú tienes que estar ahí para apoyar al perro, no el perro a ti. Cuando el día de mañana tengáis confianza el uno en el otro, ya será otra historia diferente, pero hasta llegar a ese punto hay una labor titánica que hacer.

No se puede dejar solos a los perros recién adoptados, menos aún a los Galgos. Llevan viviendo con su grupo social 24 horas y de pronto, en un entorno que no conoce, los dejamos solos...

No es que le vaya a costar adaptarse, es que esto es anti natural para el perro. En el medio natural no te separas de tu grupo y le estás pidiendo que haga algo que no está en su naturaleza. 

Es una respuesta involuntaria y emocional. La ansiedad es una emoción negativa que tiene mucho que ver con el miedo y que no es hacia una cosa concreta...  Y no hay nada que de más miedo que lo que no entendemos. El perro no entiende porqué te vas y porqué no vuelves.

Ese acompañamiento en las primeras semanas, en los primeros meses, es crucial. El perro no se aclimata hasta mínimo los tres meses de estar en la nueva casa. Y aún así.

Si por la noche llora, ponlo al lado de tu cama: necesita ese apoyo, luego ya podrás ir retirándolo pero al principio es primordial que ese perro se sienta acompañado.

Humanizar al perro es otorgarle un entendimiento del contexto humano que no puede tener. Somos especies diferentes. Él no te rompe el mando de la tele porque está enfadado, lo ha mordido porque estaba solo, aburrido, y ha encontrado algo que huele a ti, que le ayuda a relajarse y por eso se ha puesto a mordisquearlo.

 

El pacto de la adopción y la importancia de las casas de acogida

Acepta el compromiso de adoptar a un animal: tenemos que adaptarnos nosotros al perro no pedirle al perro que se adapte a nosotros. No pidamos lo imposible. 

Tenemos que tener una figura de acompañamiento, aparte de amigo, tutor o referente, el acompañamiento nos va a llevar a tener unas perspectivas de entender los comportamientos y forma de entender el mundo que nos va a ayudar mucho más.

Si queréis saber cómo echar una pata a Fundación Benjamín Mehnert o saber más sobre su labor, en su web encontráis toda la información.

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