El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Cantabria ha detenido a dos hombres de 29 y 25 años como presuntos autores de un delito de maltrato animal por la muerte de 18 perros de raza Setter Inglés. Perros a los que habían dejado abandonados en el interior de una nave sin agua o comida. Han logrado salvar a un perro, uno solo, que estaba en malas condiciones pero aún vivo.
En bolsas y semienterrados se encontraron restos de más perros, posiblemente 11.
Es tan duro lo que encontraron en esa nave de Tagle-Suances que la propia nota de prensa del SEPRONA indica: "Se remiten fotografías de la inspección realizada en la nave por efectivos de la Guardia Civil. No se remiten fotos con perros muertos por la dureza de las imágenes."
Esta noticia es atroz. Pone los pelos de punta pensar lo que habrán pasado estos perros. También pone de relieve, una vez más, la importancia de que se apruebe cuanto antes la nueva Ley de Protección y Derechos de los Animales y que la misma no deje fuera a los perros de caza -recordemos, los Setter son perros utilizados para la caza (basta echar un ojo a Mil Anuncios para ver cómo los venden o incluso intercambian, ¡por una escopeta!)
Y es igual de importante que se apruebe cuanto antes la modificación del Código Penal para que las penas por maltrato animal para que las penas sean adecuadas a la gravedad de los hechos y para elevar las penas de modo que se traduzcan en el ingreso efectivo en prisión para los supuestos más graves.
También vuelve a dejar taxativamente claro que cualquier persona que elija comprar un perro en vez de adoptar tiene la obligación moral de visitar al criador para comprobar cómo trata a los canes.
Comprar un perro por internet, comprar un perro sin ver cómo está la madre y en qué condiciones se cría a esos perros, comprar un perro en una tienda donde se venden cachorros de diferentes razas, comprar un perro buscando el precio más barato es fomentar el maltrato animal más salvaje.
Volviendo al atroz caso de Tagle-Suances:
A mediados del presente mes de enero, la Guardia Civil recabó una información sobre la posible existencia de una nave en la localidad de Tagle-Suances donde se criarían perros: en la actualidad, según se supo, los animales podían estar abandonados, en mal estado y sin alimentos.
Agentes del SEPRONA se trasladaron a la nave: encontraron las puertas cerradas y no se escuchaba nada en el interior, ni ladridos ni ruidos.
Los agentes inspeccionaron el perímetro, localizando en la parcela un agujero con restos de al menos un perro en avanzado estado de descomposición: evidentemente esto ya les hizo sospechar que podían estar ante un grave caso de abandono de animales de compañía.
Localizaron por fin una ventana parcialmente abierta y así pudieron observar el interior de la nave, dividida en perreras: así descubrieron a los perros muertos y a un can que aún se movía.
Realizadas gestiones urgentes para intentar localizar al responsable de la instalación, no se consiguió su presencia en el lugar, por lo que los guardias civiles del SEPRONA se vieron obligados a forzar una de las puertas de acceso, al entender que corría grave peligro la vida del perro que permanecía vivo e ignorando con certeza el estado de los demás.
En ese momento ya se encontraba en el lugar una veterinaria del Gobierno de Cantabria, avisada por los agentes. El animal finalmente fue atendido y trasladado a una residencia canina, donde se están encargando de su cuidado y mantenimiento, estando el mismo a disposición de la autoridad judicial.
En la inspección realizada por los agentes, en el interior de la nave localizaron 18 perros muertos, muy posiblemente por falta de alimentos y abandono.
En la propiedad, dentro de bolsas o semienterrados, se hallaron más restos de perros, pudiendo haber hasta 11 cadáveres, si bien no se puede concretar la cantidad por el avanzado estado de descomposición.De estos perros, por el momento, se desconoce la causa de su muerte e incluso la titularidad, por lo que se ponen los hechos en conocimiento de la Consejería de Desarrollo Rural, Pesca, alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, ante una posible infracción, por no haber hecho entrega de estos animales muertos a un gestor autorizado.
Las indagaciones de la Guardia Civil permitieron saber que los perros eran titularidad de un vecino de Torrelavega, si bien, el responsable del cuidado de los animales podía ser un hombre residente en el término municipal de Piélagos.
De las gestiones practicadas, se desprende que la nave es propiedad de un familiar del titular de los perros. El dueño de los animales pudo haber alquilado la propiedad junto con los perros a una tercera persona, la cual se dedicaría al cuidado de los mismos, cría y rendimiento económico que pudiera obtener.
En la presente semana los agentes del SEPRONA finalmente procedieron a la detención de ambas personas, al dueño de los perros y al actual responsable de su cuidado, como presuntos autores de un delito de maltrato animal.
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