Una familia abandonó a esta perra con 11 años, la dejaron en una perrera para que la sacrificaran, pero en su destino se cruzó una niña de 9 años: una niña que le dijo a su madre que quería adoptar a un perro viejito, para que no muriera solo en una jaula. Y así Kaylee encontró a la familia más maravillosa del mundo. Porque a las dos semanas de haberla adoptado un veterinario les dio la mala noticia, la perra tenía un cáncer terminal. Les dijeron que sólo viviría dos meses. Esto es lo que han hecho, lo que siguen haciendo por Kaylee que ya ha superado esos dos meses:
Esta es la carta que han compartido en facebook explicando la historia, merece la pena leerla:
"Adoptamos un perro que se estaba muriendo.
No era nuestra intención. Sabíamos que tenía problemas de salud, pero no era nada serio Nada que pudiera limitar su tiempo aquí con nosotros.
Así que cuando el veterinario dijo que era cáncer y confirmó que tenía metástasis sólo 15 días después de haberla adoptado, se nos rompió un poco el corazón.
Pero entonces Kaylee sonrió. ¿He mencionado que ella sonríe? Ella sonrió esa sonrisa que nos hace saber que a ella no le preocupa el cáncer. A ella ni siquiera le importa el dolor.
Ella se preocupa por una cama caliente y dos comidas al día. A ella le importa tumbarse en el porche junto a su humano favorito. A ella le importa acurrucarse con un niño mientras ve películas y dormir al lado del otro. A ella le importa exigir caricias en la barriga y una sesión de mimos de media hora antes siquiera de SOÑAR con salir fuera para hacer sus cosas. A ella le importa mendigar un cachito de mi comida e ir a paseos en el coche y saludar a todos los vecinos moviendo el rabillo. A ella le importa tener una familia y eso se lo podemos dar.
No podemos sanarla. No podemos detener el cáncer, y un día, su dolor será demasiado grande y tendremos que tomar una decisión desgarradora. Tendremos que decirle adiós, pero ella se irá irá rodeada de gente que la quiere. Sus últimos días los pasará en una cama, no en una jaula. Tendrá todo el amor del mundo ¿y no es eso lo que queremos todos antes de esa última despedida?
Adoptamos un perro moribundo. No era nuestra intención pero volveríamos a hacerlo sin dudarlo para tener la oportunidad de quererla durante todo el tiempo que podamos quererla."
Han creado una lista con todas las cosas que quieren que Kaylee disfrute mientras pueda, su bucket list como dicen los americanos, y en facebook están compartiendo las felicidades de esta perra guapa.
Kaylee demuestra cada día sus ganas de seguir ahí, con ellos, arropada y querida. Y ellos van a tener la inmensa suerte de poder despedirse de su perra con calma y cariño, sabiendo que han hecho lo mejor que podían hacer por este ser.
