En EEUU este año se ha logrado una pequeña gran victoria contra la experimentación animal: tras diversas denuncias e investigaciones que mostraron el maltrato animal al que eran sometidos los canes, las autoridades decidieron que había que cerrar las instalaciones de Envigo y permitir a la Humane Society rescatar a los 4000 Beagles que había en su interior.
Todos esos perros están ya a salvo, muchos de ellos adoptados (una por Megan Markle y el Príncipe Harry) otros en protectoras, pero ninguno de ellos tendrá que sufrir el horror de vivir permanentemente enjaulados hasta que pudieran experimentar con ellos, hacerles sufrir hasta la muerte.
Pero la realidad es que miles de perros siguen sufriendo y muriendo cada año porque tanto en EEUU como en Europa hay otros lugares como ese, granjas donde crían perros que serán usados para experimentos, y laboratorios -como el infame Vivotecnia, en Tres Cantos- donde comprobó que en España el maltrato animal sale realmente barato. Porque Vivotecnia sigue operando, sigue ganando licitaciones estatales pese al brutal caso de maltrato que se documentó en su interior.
Por eso mismo aunque no sea el camino más recomendable resulta comprensible que algunos activistas hayan elegido pasar a la acción para intentar así presionar a las autoridades, en este caso al Gobierno británico.
El pasado mes de junio, Animal Freedom Movement se coló en la mayor granja de cría de perros para la experimentación animal del Reino Unido, MBR Acres y sacaron a 5 Beagles.
Miles de personas llevan mucho tiempo ya exigiendo que se cierren estas instalaciones de las que cada año crían a cerca de 2000 Beagles, pero sin éxito.
Así que, han vuelto a hacerlo, ahora bajo el nombre de Animal Rebellion: como no se los podían llevar a todos, han cogido todos los que podían, 18 cachorrotes.
Igual que hicieron en junio, los activistas no escaparon, una vez que los perros estaban a salvo ellos se quedaron ahí a esperar a la policía.
En este caso fueron detenidos, como esperaban, pero la policía logró también retener a dos de los perros que habían liberado, a dos cachorrotes a los que los activistas han llamado Love y Libby.
Prosiguen las negociaciones para intentar que también puedan ser adoptados, para que la policía no los devuelva a la granja del horror.
Y hay una recogida de firmas en marcha para apoyarlo.
Tras la publicación de las imágenes de las instalaciones de MBR acres, la Dra. Alice Brough, directora de la Asociación Veterinaria Progresista, ha dicho:
"Las condiciones que se muestran en este video son totalmente inaceptables. El suelo está cubierto de heces y no hay ropa de cama ni mantas que les proporcione comodidad, en un momento en que las temperaturas exteriores han descendido muy por debajo del punto de congelación.
Los beagles son particularmente inteligentes y requieren suficiente estimulación para su bienestar, y el enriquecimiento de la jaula parece lamentable.
Los cachorros en este video están desesperados por interactuar con las personas, claramente hambrientos de atención y afecto por parte del personal. Desde junio, cuando revisé los últimos vídeos, no se han realizado mejoras; sigue siendo una instalación nada apta para el cuidado de animales a los que nadie en su sano juicio devolvería un cachorro una vez liberado".
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