Los animales son utilizados como rehenes por los maltratadores. Casi el 60% de las víctimas de violencia machista que convive con un animal retrasa su decisión de escapar por no dejar atrás a su perro o gato. Y el 90% manifiesta que sus animales también han sufrido violencia.
Ha destacado estos datos Rosa Martínez, la Secretaria de Estado de Derechos Sociales, durante la presentación del programa ACOPET,el sistema público que, justamente, permite que las mujeres puedan escapar de su agresor y ponerse a salvo, sabiendo que su perro o gato también lo estará, cuidado en una casa de acogida mientras ellas se recuperan.
Este programa estaba en marcha desde hace 5 años pero ahora,gracias a la colaboración de la Federación Española de Municipios y Provincias con la DG Derechos de los Animales, se ha ampliado y profesionalizado, ha recalcado José Ramón Becerra, Director General de Derechos de los Animales.
Varias expertas en la materia han debatido sobre los retos pendientes y la realidad con la que se enfrentan las mujeres víctimas de violencia machista que conviven con animales: Olga Fernández Yañez, coordinadora en la FEMP del programa ACOPET, Sonia Vaccaro, psicóloga clínica y forense y María Gavilán Rubio, Magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Arganda del Rey.
Muchos de los animales que entran a ACOPET llegan con problemas conductuales porque han sufrido tanto violencia directa como la violencia infligida a su alrededor, ha destacado Olga Fernández Yañez.
En el caso de la psicóloga Sonia Vaccaro, ella ha querido recalcar que si hay violencia vicaria contra los animales es, en gran medida, porque los agresores saben que puede quedar impune. Vaccaro tiene claro que sería mucho más beneficioso, esencial realmente, que no se separara a las mujeres de sus animales, como aún sucede, porque el ese perro o gato, ese animal, es terapeutico para la mujer. Es fundamental para su recuperación ante el trauma sufrido.
Aún así, como ha destacado Rosa Martínez, hasta que eso sea posible, hay que poner en valor el trabajo que se está realizando a través de ACOPET.
Todas las expertas han estado de acuerdo en que faltan protocolos que tengan en cuenta a los animales en todos los ámbitos. Y formación en este sentido para todos los operadores jurídicos. Y en que sería esencial incluir el maltrato animal como factor de peligrosidad al medir el riesgo y la peligrosidad de un individuo. Esto sucede ya en muchos otros países pero aún no en España.
Y los datos que ha compartido la magistrada María Gavilán dejan claro lo importante que sería tener en cuenta este factor:
Se ha hecho un estudio con 42 hombres que estaban en prisión: el 36% reconoció haber sido cruel con los animales durante su infancia. El 86% dañó a otros animales en algún momento de su vida y el 52% admitió que había matado o abusado de un animal durante un conflicto de pareja. Además, el 86% de las mujeres víctimas supervivientes de violencia de género y el 63% de los menores refieren que se ha maltratado también a sus animales.
En su opinión sería importante que en casos de conflictos cuando hay animales la competencia fuera de un juzgado de familia y no de juzgados de primera instancia. Y que en caso de delitos de maltrato se considere un delito por cada uno de los animales que se han maltratado, no un delito continuado como sucede ahora.
Podéis escuchar la presentación completa a continuación:
¿Cómo funciona ACOPET?
Toda la información sobre cómo adherirse para ser punto de acogida la podéis encontrar en la web del programa.
En el caso de las mujeres que necesitan dejar su hogar con sus animales el proceso es el siguiente, según detallan desde la FEMP:
1. La usuaria potencial solicita su entrada en el programa a través de los servicios sociales de base. Puede tratarse de mujeres que se encuentran en recursos habitacionales del sistema VIOGEN o que están a la espera de acceder a los mismos.
2. Los servicios sociales se ponen en contacto con la entidad que gestiona el programa ACOPET para buscar una casa de acogida a los animales que conviven con la usuaria. Suelen ser casas o espacios gestionados por asociaciones y profesionales expertos en bienestar y protección de los animales.
3. Losresponsables de las casas de acogida se encargan de organizar el transporte de los animales y de gestionar los servicios veterinarios necesarios para los animales acogidos. Además, periódicamente transmiten la información sobre el estado y situación de los animales a la entidad que gestiona el servicio.
4. La entidad que gestiona ACOPET mantiene contacto periódico con la usuaria para informarle del estado de sus animales, sin que ella pueda saber dónde se encuentran por razones de seguridad. Ese contacto se mantiene hasta que se produce el reencuentro.