En medio de la noche y, por supuesto, sin previo aviso: alguien abandonó a su perro en la puerta de Wanderers' Rest Humane Association, una protectora de Canastota, en el Estado de Nueva York, con una nota que rompe el alma: "Más de 10 años. Ya no puede caminar".
En la protectora inmediatamente se han puesto manos a la obra, llevando al perro, un Perro de Montaña de los Pirineos al que han llamado Perry al veterinario donde le están haciendo todo tipo de pruebas y análisis. Y están compartiendo su historia y sus avances:
"Si bien no estamos contentos de que esto haya sucedido, esperamos que sirva para educar. No conocemos la situación de la persona que abandonó a este perro. Si necesitas ayuda con tu can, siempre estamos aquí para ayudar de una manera u otra... incluso si no podemos quedárnoslo, podemos darte otras opciones.
Dejar a un animal atado en nuestra puerta hace que corra el riesgo de sufrir daños por multitud de razones. Somos un refugio, y si bien haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a todos los animales que crucen nuestras puertas, no tenemos recursos ilimitados. No tenemos un veterinario en el personal. Dependemos de las donaciones.
Solo podemos esperar que todos los que se encuentren en una situación en la que sientan que necesitan dejar a su animal en algún lugar llamen a las protectoras y hospitales veterinarios antes, para buscar primero otras opciones más seguras"
Las últimas noticias son esperanzadoras: este abuelete ha podido levantarse e incluso andar un poquito. Aún queda por saber si podrán mejorar su calidad de vida, como así esperan lograr.
Perry está en buenas manos, eso es evidente, pero el mensaje que ha compartido la protectora es importante, porque también es algo que sucede en España.
Si se llega al extremo de tener que entregar a un can en una protectora o perrera, hay que hacerlo con responsabilidad. Hay quien se deshace del can dejándolo -sin avisar- en la puerta de estas asociaciones y eso es un peligro para el animal, pudiendo llegar a ser una condena de muerte.
