Si no estáis suscritos a La Vanguardia quizá no habréis leído la columna de opinión que hace unos días ha publicado el periodista Jordi Évole.
En "Perros en Primera" relata (pensará él que con gracia y buscando la complicidad de todos los que, como él, consideran a los perros unos apestosos compañeros de viaje), su experiencia volando desde España a América Latina.
Da mucha pena leer un texto así. Évole directamente opta por mofarse de una señora cuya única culpa es intentar no molestar a nadie viajando con un pequeño perro que iba a pasar más de 13 horas dentro de un transportín.
El periodista muestra empatía cero y pretensiones de superioridad todas al tratar con esa mujer que viaja con perro. Un can que, ojo, no ladra ni hace amago de molestar en ningún momento, pero que por el mero hecho de existir es ya "un marrón" que amenazaba con amargar la existencia de Jordi Évole durante el vuelo.
Por favor, ¡hasta dónde podríamos llegar!
Si no habéis leído la columna y no tenéis acceso a La Vanguardia,podéis leer las palabras de Évole cortesía de FlyToghether que lo ha compartido en sus redes. En esta publicación de instagram está el texto completo:
Evidentemente la responsable de este proyecto tan necesario que lucha por mejorar la forma en la que perros y gatos son tratados en los aeropuertos y los aviones, se ha mostrado tremendamente decepcionada con el talante y las palabras de Évole.
Quizá haya mucha gente dándole palmaditas en la espalda a Évole pero en sus redes sociales parece que no es así: hay multitud de comentarios afeándole su actitud y sus palabras. Con educación y tremenda decepción en muchos casos.
Supongo que Évole pretende poner en ridículo a todas las personas que humanizan a los perros y, sin duda, no es algo positivo para los canes el ser tratados como personas. Pero en este caso lo que la viajera con perro trataba de hacer no era humanizar a su pequeño can, en todo caso estaba intentando evitarle molestias a los humanos si su pobre perro no aguantaba sin hacer pis durante más de 10 horas. Que no es lo mismo.
Y dado su desdén al hablar de esa señora es complicado que él cambie de opinión por muchos comentarios que le dejen...
PD: gracias pero Yes We CAN, lo usamos y usaremos las personas perrunas para cosas positivas ahora y siempre.
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