Esta semana en el Congreso se ha escuchado a personas expertas y a políticos hablar y debatir sobre el proyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales y sobre la reforma del Código Penal en materia de maltrato animal.
Aquí podéis escuchar muchas de las intervenciones sobre una norma que ahora está aún más en peligro puesto que no solo el PSOE no ha retirado su enmienda, con la que piden que los perros de caza y trabajo queden fuera de la futura Ley de Bienestar Animal, sino que ahora también el PP y VOX y otros grupos políticos se han sumado a esa idea y han presentado nuevas enmiendas que dejarían desprotegidos a los perros que más protección necesitan.
Esta es la realidad: todos estos grupos políticos dicen estar a favor del bienestar animal pero solo para algunos perros, no para los de caza o trabajo (de hecho, el PP va más alláy pide excluir de la futura ley también a perros de guarda del ganado, perros de pastoreo, perros de asistencia, perros buscadores de trufa, perros de rescate, perros utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, aves de cetrería y silvestrismo”), porque el voto de los cazadores importa demasiado.
Si prosperan todas estas enmiendas, la Ley de Bienestar Animal será una norma prácticamente inutil.
Entre las personas que han comparecido ante la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad estaba la abogada María G. Lacabex, experta en protección animal, que ha intervenido en representación de INTERcids.
Lacabex ha vuelto a advertir que la reforma del Código Penal incluye aspectos que supondrían un claro retroceso: desde la posibilidad de optar por multas en vez de penas de prisión a la despenalización del maltrato causado de forma cruel que provoca un grave sufrimiento para el animal, si no existen unas lesiones acreditadas.
Además, ha explicado, la introducción del abuso sexual a los animales en el Código Penal supuso un enorme avance en el año 2015: la modificación del redactado del artículo correspondiente haría que "los actos sexuales con animales queden en realidad destipificados", ya que "se hace depender la tipicidad de la conducta a que existan y puedan acreditarse lesiones", algo que resulta muy complejo de probar en muchos de este tipo de casos.
No son los únicos problemas o carencias del texto que ahora se está debatiendo, en opinión de Lacabex, quien también ha hecho hincapié en la importancia de tener en cuenta que el maltrato animal y las amenazas de dañar a los animales se realizan también para intimidar o agredir a las personas, especialmente en contextos de violencia machista y maltrato infantil, lo que requiere un reproche penal.
Y, con respecto a la exclusión de los perros de caza y trabajo de la futura Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales, la abogada no ha podido ser más tajante: desde un punto de vista jurídico es un gravísimo error plantear esa exclusión.
"¿Estos perros no deben ser sometidos a controles veterinarios anuales como sí se exige para los que son empleados en otras actividades profesionales? ¿Por qué no se obliga, como en otras actividades, a una formación específica para su uso? ¿No es necesario que los criadores de estos perros estén también identificados como tales?"
La protección de los perros como animales de compañía procede de una normativa de carácter transversal. "Así lo hace la propia normativa reguladora de la actividad cinegética, que se remite a las normas de protección animal en lo relativo a la tenencia de los perros" explicó la abogada. "¿A alguien se le ocurriría proponer que el reglamento de armas no sea aplicable a la actividad cinegética, que ya regulará sus propias condiciones para utilizarlas?"
Una pregunta retórica que resume el sinsentido absoluto de las propuestas de todos esos grupos políticos que han dedicido que haya perros de primera y perros de segunda categoría en España, de todas esas personas que siguen considerando como meras herramientas de trabajo a miles de animales.
Te puede interesar