Hace unos días se ha vivido una situación bastante penosa en un AVE, resultado de una cadena de errores, sí, pero también de una falta absoluta de sentido común según ha reconocido la propia RENFE. A lo que podríamos añadir una falta de empatía brutal. Y, por encima de todo, una historia que vuelve a poner de relieve la necesidad de que RENFE cambie sus normas para dejar viajar en los trenes de larga distancia a perros sin límite de peso, como sucede en la gran mayoría de países europeos.
La historia la compartió así en twitter Miguel Galiano, alguien que viajaba en el mismo vagón que la familia que iba con su perro:
Abro hilo sobre una de las mayores injusticias que he visto
— Miguel Galiano (@djgaliano) November 12, 2019
Me subo en Barcelona en un AVE Barcelona-Malaga a las 15:50 @Renfe @Inforenfe @Renfe_SNCF_Es @IndignatsRenfe @RenfeIndignados
Y pasa lo siguiente
Una mujer viajaba en el AVE de Barcelona a Málaga con su hijo y su perro, dentro de un transportín. Por lo tanto, lo que ya está claro es que ella había pagado su billete y el del can y había accedido al tren sin ningún problema, nadie le había advertido sobre la política de RENFE que limita el peso de los viajeros caninos a 10 kg así como de las medidas máximas para el transportín en el que deben ir durante todo el trayecto.
Y fue entonces, ya dentro el tren, cuando comenzó la pesadilla que desembocó en la expulsión de esta familia.
Como les tocó un asiento de mesa no iban cómodos con el transportín a sus pies por lo que ella le pidió al interventor a ver si les podían cambiar de asiento.
Podéis leer todo lo sucedido según lo contó Miguel Galiano:
Sí, un AVE una hora parado para echar a una mujer que viajaba con un perro que no había molestado a nadie, porque el interventor decidió que era más importante cumplir las normas a rajatabla que tener en cuenta la realidad de lo que estaba sucediendo: si esta mujer había accedido al tren con su perro es porque en el control de seguridad y en el acceso al tren nadie le había puesto ningún impedimento.
No estaba molestando a nadie y lo lógico hubiera sido permitir que siguiera en el tren.
Pero la decisión de ese interventor le ha costado a RENFE tener que pagar las indemnizaciones por retraso a todos los que viabajan en ese tren, unos 20.000 euros.
Según explica laSexta, desde la compañía "se ha abierto un expediente informativo" (que no sancionador) al interventor para que esta situación no vuelva a repetirse. Y la empresa ha reactivado los cursos en materia de atención al cliente para todos los interventores del AVE, incluido este trabajador.
Nadie sabe si perdieron su vuelo a Panamá.
Sin comentarios. Porque cualquier comentario al respecto incluiría palabras poco educadas.
PD La foto que encabeza el texto es de Ricardo Ricote.
PD 2: Aquí podéis ver a Tía viajando en AVE, dentro de su transportín. Ella cumple las normas, sí, pero seguiremos insistiendo y luchando para que RENFE escuche y entienda que necesitan cambiar su política con respecto a los perros. Si en Cercanías pueden viajar perros de cualquier tamaño, con bozal, ¿cuál es el problema en el AVE y trenes de larga distancia? ¿No entienden que están perdiendo clientes cada día? ¿No han viajado ellos por Europa donde lo normal es ver a perros -sin bozal- viajar tranquilamente en cualquier tren?
Sí, es para todos los perros de todos los tamaños y razas. La única alternativa es llevar al can sin bozal pero dentro de un transportín algo que en vuestro caso dudo sea posible :-(
Alguien me podría aclarar si la norma del bozal en el Cercanias es para TODAS las razas y perros? En mi caso tengo un Bulldog ingles al que literalmente no se le puede poner un bozal....