10 síntomas que pueden hacernos pensar que nuestro perro sufre un problema de sordera

Última actualización del articulo el día 24/09/2024

La última semana de septiembre está dedicada en EEUU a concienciar sobre los problemas de audición en perros así que aprovechamos para ofrecer información útil al respecto.

La sordera es una dolencia que puede afectar a entre el 5 y el 10% de los perros y puede ser hereditaria en ciertas razas (Dálmatas, Boston Terrier, Setter Inglés, Pastor Australiano...) La sordera congénita más común es la asociada a los ojos azules (especialmente si son canes de pelaje blanco).

Es importante diagnosticarla correctamente -algo que no siempre es fácil si es una sordera parcial o si solo afecta a un oído.

La sordera en perros se puede dividir en dos tipos: conductiva o neurosensorial, explican desde la Asociación Médica Veterinaria de Canadá. Si los sonidos no pueden viajar correctamente desde el aire, a través del oído externo o medio, se dice que el problema es conductivo. Esto puede ocurrir cuando hay una infección de oído, un tímpano roto, conductos auditivos bloqueados, líquido, tumores o pólipos en el oído o cualquier otra alteración de la conducción.

Por lo general, en estos casos la pérdida auditiva es solo parcial y el tratamiento implica una corrección médica o quirúrgica. Si bien la audición no siempre se recupera, conlleva un mejor pronóstico.

Si la sordera es neurosensorial, el problema se produce en algún lugar entre la cóclea y el cerebro y generalmente implica déficits en los nervios o el cerebro.

Este tipo de sordera es más difícil de tratar y es más a menudo completa. Es más frecuentemente congénita, pero también puede ocurrir como resultado del envejecimiento.

Estas son algunas señales que nos pueden hacer sospechar que nuestro perro se está quedando sordo:

No responde a su nombre: Uno de los primeros signos es que tu perro ya no reacciona cuando lo llamas por su nombre, incluso si lo haces con un tono de voz más alto o llamándolo desde cerca.
No reacciona a ruidos familiares: Observa si tu perro deja de responder a sonidos que antes le llamaban la atención, como el ruido del timbre, de alguno de sus juguetes...
Dificultad para atender lo que le pides: Si tu perro solía hacerte caso cuando le decías "sienta" o "ven" y de pronto tarda más en responder... podría ser un indicio de pérdida auditiva.
No se despierta con ruidos: Si antes se despertaba con el menor ruido y ahora parece dormir más profundamente, es una señal a tener en cuenta.
Cambios en su comportamiento: Un perro sordo puede volverse más ansioso, nervioso o inseguro, ya que no puede percibir su entorno de la misma manera.
Se sobresalta con más frecuencia: Si tu perro se asusta cuando lo acaricias podría ser porque no te había escuchado, porque le has sorprendido.
Dificultad para localizar sonidos: Si tienes varios perros, observa si el que sospechas de sordera tiene dificultades para localizar la fuente de un sonido, como otro perro jugando o un objeto que cae.
Cambios en su interacción con otros animales: Un perro sordo puede tener problemas para jugar o interactuar con otros animales debido a la dificultad para comunicarse a través de sonidos.
Ladridos excesivos o inapropiados: en algunos casos, los perros sordos pueden ladrar más de lo normal o en situaciones inapropiadas.
No se orienta hacia la fuente de un sonido: Si haces un ruido cerca de su oído y no gira la cabeza para localizarlo, es un indicio claro de pérdida auditiva.

Estos son síntomas generales y cada caso, cada perro, es diferente. Además, por ejemplo, si tu perro hace de pronto movimientos bruscos de la cabeza, eso podría ser signo de dolor o de infección, incluso de que se le ha metido una espiga...

En cualquier caso, tanto si sospechas que tu perro podría estar perdiendo la audición como si crees que tiene alguna infección que le duele el oído, lo mejor es consultar a tu veterinario para que realice un examen completo.

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