HISTORIA
Cotó se llamaba Simba, un perrete de Viladecans, le decimos perro de playa. A Cotó lo abandonaron su antigua familia, no entendemos porqué y cómo alguien puede abandonar un perro tan bueno, pero esa es su historia y nosotros tuvimos suerte que haya sido así.
3 semanas después de mudarnos a nuestra nueva casa, fuimos a adoptar un perro en la protectora. Salió Cotó, con las orejitas para atrás, lo paseamos bien tranquilo, nos miró a los ojos y nos dio una lamidita en la mano a cada uno. Desde ese momento no hemos podido separarnos de él.