Lu es brillante, zalamera, rápida y escurridiza.
Tiene siete meses y le gusta jugar, correr, y seguir jugando. En la Plaza del Conde de Barajas, en la Plaza de la Paja, ¡donde la dejen!
Ella tiene colegas perrunos en varios sitios y si no, en cuanto ve a otro perro, allá que va, a hacer amistades.
Nació en Montilla, cerca de Córdoba, allí fue abandonada y allí fue a rescatarla su dueña, Elena Sánchez: vio su foto en la web de la protectora, una cachorrita de pocos meses a la que iban a sacrificar.
No pudo resistirlo, la adoptó.
Primero en acogida y luego... para siempre, junto con Ottavio. Lo suyo es un amor perruno en toda regla.
Lu podría ser más guapa pero, no... es complicado.
Es una de esas perras que enamora a primera vista. En su barrio, en el centro de Madrid, todos la conocen, salen a saludarla y ella, encantada, reparte sonrisas perrunas y, si se dejan, lametazos.
Es lista y obediente. Lu es un SrPerro y se comporta como una dama desde los cuatro meses: si van a andar por el campo, sigue a su dueña sin despistarse.
En casa no destroza nada y se lleva bien con las dos gatas que viven con ella y Elena.
Sabe estar en los cafés perrunos y, claro, aprovecha su condición de casi-cachorra para terminar la mañana...dormitando en brazos de Elena.